Los trabajadores que forman parte de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), iniciaron hoy un paro de carácter nacional en rechazo al aumento de sólo un 1,04% para la atención primaria que contempla el presupuesto 2023.

La agrupación de funcionarios exige que el monto per cápita aumente de $ 9.618 a $ 10.135. Sin embargo, la propuesta de la Comisión mixta de Presupuesto del Congreso planteó un aumento hasta los $ 10.000 por paciente, lo que ha generado la molestia de los trabajadores.

A través de una declaración pública manifestaron que “nos parece que si bien se aprecia un avance en torno a la cifra original de aumento per cápita de la Salud Primaria, la nueva propuesta planteada por el Ejecutivo sigue siendo una cifra que no representa todavía el verdadero aumento de los costos y la inflación asociada al ejercicio del año 2022, la cual según el Banco central se proyecta en 12% “.

Gabriela Flores, presidenta del gremio, afirmó que “estamos con turnos éticos, en espera de alguna situación que se presente. Estamos entregando los fármacos del día que requiere la gente, estamos entregando alimentación complementaria en algunos lugares donde se necesita”.

Agregó en cuanto a la dosis de la vacuna del Covid-19, que sigue funcionando el proceso, ya que hay equipos que trabajan a honorarios y que están apoyando a los funcionarios movilizados.

La dirigenta de la Confusam, aseguró que “no estamos dejando abandonada a la población, así es que, en ese sentido, llamo a la tranquilidad y aprovecho de decirle a los usuarios que como ellos no pueden, nosotros sí estamos en la calle para defender un buen presupuesto para la atención primaria”.

Para esta jornada, la Confusam tiene programada una marcha en todas las capitales de provincia. Y en los centros de salud a lo largo del país.

Los trabajadores se desplazarán hasta el Congreso, donde podrían reunirse con algunos parlamentarios. En tal sentido, la presidenta de la Confusam sostuvo que “esperamos poder llegar a buen puerto y que el presupuesto sea rechazado y que el per cápita, en general, sea rechazado y este Gobierno entienda que la atención primaria requiere un mayor financiamiento para poder funcionar como corresponde y a la altura de lo que necesita la población chilena”.