Cámara vota creación del Ministerio de Seguridad: proyecto pasa a Comisión de Hacienda

El debate se volvió tenso al definir las atribuciones que quedarían para el titular del Interior. El Gobierno aboga porque la cartera mantenga un rol de coordinación política y la oposición acusa que aquello permitiría un "primer ministro de facto".

El debate se volvió tenso al definir las atribuciones que quedarían para el titular del Interior. El Gobierno aboga porque la cartera mantenga un rol de coordinación política y la oposición acusa que aquello permitiría un "primer ministro de facto".

Continúa el debate sobre la agenda de seguridad en el Congreso Nacional. Este viernes, la Comisión de Seguridad Ciudadana votó y despachó el proyecto que crea el Ministerio de Seguridad Pública a la Comisión de Hacienda, para que pueda ser votado en Sala esta tarde.

El momento de mayor tensión en la comitiva de Seguridad Ciudadana se vivieron a la hora de definir las atribuciones que quedaría para el ministro o ministra del Interior, considerando que ya no tendría bajo su mando la seguridad.

Desde el Gobierno abogaron porque la cartera se mantenga con una lógica de coordinación política en su calidad de jefe de gabinete, es decir, que pueda concurrir a ciertas instancias en representación del jefe de Estado, requerir informes, presentar proyectos de ley y, por último, asesorar al Presidente de la República en su conformación del gabinete y ministerios.

“El ministro o ministra del Interior será quién favorezca la coordinación política de los ministros del Estado, según las instrucciones que le imparta el Presidente de la República sin perjuicio de las atribuciones específicas que le entregan las leyes”, fue una de las indicaciones que presentó el Ejecutivo.

Sin embargo, la oposición rechazó estos elementos alegando que se entregaría mayores facultades de las ya existentes y que, por lo tanto, debilitaría la figura de la Presidencia.

El diputado de Renovación Nacional, Diego Schalper, indicó que estas nuevas facultades permitirían incluso “un primer ministro de facto”.

Poner al ministro del Interior en un estatus superior al resto de los ministros debilita al Presidente, consolida una legítima forma de operar de este Gobierno que tendrá cada uno el juicio político que quiera, pero que no tiene por qué ser establecido por ley. Si el Presidente no puede concurrir al Consejo de Gabinete, el Consejo de gabinete no se hace”, sostuvo.

Mientras, el diputado Henry Leal (UDI) indicó que es “una reforma al sistema político encubierto” dado que entrega poderes que -a su juicio- no corresponden a un régimen presidencial.

En respuesta, la ministra del Interior, Carolina Tohá, sostuvo que no hay innovación en lo que ya está establecido. “Todas estas cosas que se dice son un cambio a todo, son las cosas que siempre han sido y si aquí se están poniendo en la ley es porque el hecho de que el Ministerio del Interior pierda la seguridad puede hacer que lo fragilice en ese rol que ha tenido históricamente”, añadió.

También se rechazó la forma en que se nombran los seremis, dado que la propuesta del Ejecutivo encomendaba la responsabilidad al delegado presidencial y al ministro correspondiente de la cartera. Desde la oposición cuestionaron un eventual uso político de esta figura y abogaron porque siga siendo una facultad exclusiva del Presidente de la República.

Para Schalper esto consolidaba el “fenómeno de los caciques”, mientras que para el diputado Raúl Leiva (PS) fortalecía su designación y, además, hacía responsable políticamente al delegado presidencial.

El proyecto deberá ser visado en una última instancia por la Comisión de Hacienda para luego ser discutido en Sala, a partir de las 16 horas, donde el diputado de RN, Diego Schalper, será el parlamentario informante.





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