Las mujeres de Kabul desaparecen de sus calles por miedo al nuevo régimen talibán. Pese a que los talibanes multipliquen los gestos tranquilizadores y prometan que no violarán los derechos humanos, pocos creen que esto sea cierto. Varias activistas afganas ya denuncian que los talibanes han empezado a ir casa por casa buscándolas
Paz Milet, académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, y Pablo Jofré, analista internacional, señalan que para EE.UU. nunca fue importante el proveer de herramientas democráticas al país afgano. Un análisis que fue confirmado por el propio presidente Joe Biden en horas da la tarde de este lunes. “Nuestra misión es la que se mantiene hasta ahora: prevenir un ataque terrorista en nuestra nación”.
La loza del aeropuerto de Kabul permanece llena de personas que buscan abordar un avión para huir luego que los talibanes ocuparan la sede del gobierno y la capital del país en medio de su arrolladora reconquista.
Para el analista internacional, el abandono del pacto de Doha por parte de los talibanes “significa que la probabilidad, no solamente de que tomen el control político, sino que patrocinen grupos terroristas a nivel mundial aumenta considerablemente”.
La arremetida ha propiciado que el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, abandone el país. Por lo demás, lo único que estarían esperando para ingresar a la capital afgana, es el fin de la evacuación del personal que trabaja en la Embajada de Estados Unidos en ese país.
Cuando el 30 de abril de 1975 el rápido avance del Vietcong colapsó las posiciones survietnamitas tomando por sorpresa a los occidentales que residían en Saigón, tuvo lugar una de las más desesperadas evacuaciones que se recuerden. Masivamente, diplomáticos y personal de apoyo de las embajadas de Estados Unidos y sus aliados, amén de extranjeros de distintas nacionalidades y sus colaboradores vietnamitas se hacinaron en las legaciones para huir de los comunistas. Hoy, en Kabul, Afganistán, la escena se repite: ahora se trata de escapar de los talibanes.
Afganistán está al borde del precipicio y las fuerzas de seguridad de la nación casi se han derrumbado tras la ofensiva talibán, que ha dado a los insurgentes el control de gran parte del país. A continuación, preguntas y respuestas para ayudar a comprender la situación actual.
Sorpresa: el gobierno de Afganistán ha ofrecido al Talibán repartirse el poder a cambio de poner fin a la violencia que azota al país. La causa: el avance arrollador de los insurgentes islámicos ultraradicales que este jueves ocuparon la ciudad de Ghazni, a sólo 150 kilómetros al suroeste de Kabul, décima capital provincial que cae en sus manos en una semana. El ofrecimiento fue hecho en Doha, Qatar, donde ambos bandos participan en unas conversaciones de paz hasta ahora infructuosas.
Muertos, desaparecidos, destrucción material casi sin límites, desolación. Es el panorama dejado por un reguero de desastres que han afectado de modo cada vez más significativo a diversas comunidades humanas a lo largo y ancho del planeta. Son, definitivamente, zonas y territorios castigados de modo implacable por un cambio climático que no da tregua. Frente a ello, Costa Rica brinda un gran ejemplo. Y una esperanza.
La guerra más larga de Estados Unidos se prolongará por cuatro meses. El presidente demócrata Joe Biden decidió que las tropas estadounidenses desplegadas en Afganistán se retiren el 11 de septiembre y no el 1 de mayo como lo había previsto su antecesor, el republicano Donald Trump.
El último contingente lo componen seis militares, tres en tareas de capacitación para oficiales del Ejército de Afganistán y otros tres desplegados junto a la misión de apoyo a la OTAN.
Estados Unidos reanudó este sábado en Qatar las negociaciones con los talibanes, tres meses después de que el presidente Donald Trump interrumpiese de manera abrupta los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto más largo de la historia de su país.