En su exposición en la plenaria de ONU Mujeres la ministra Claudia Pascual afirmó que cuando analizamos los cambios que se han registrado en el mundo en las últimas décadas sin duda están los liderazgos de mujeres detrás de ellos. Sin embargo, éstos no se han traducido siempre en una presencia masiva de mujeres en los espacios de decisión política, económica, social y cultural.
Para ella, el mayor desafío que enfrentamos, es cómo hacemos que esa presencia de mujeres sea un primer paso para que éstas logren ocupar esos espacios, pero, por sobre todo para que incidan en las políticas y decisiones que generen un cambio en las condiciones de vida de sus pares. En esa línea afirmó que son las propias lideresas las que deben crear espacios para otras mujeres, asegurando así la sustentabilidad en el tiempo de la presencia femenina en espacios de toma de decisiones. Además, indicó que ésta debe ir aparejada con acciones positivas hacia las mujeres (como los mecanismos de cuotas) y de transformación cultural de la sociedad en su conjunto.
En ese sentido ministra, ¿cómo evalúa la situación de nuestro país?, ¿cómo se sitúa la realidad chilena en la discusión de estos foros internacionales?
Hoy día las mujeres no somos una minoría ni en Chile ni en el mundo, sino que somos más de la mitad de la población. Por lo tanto se ha esgrimido con mucha fuerza el llamado imperioso a que lleguen a los espacios de toma de decisión: a los parlamentos, en el gobierno, en los gobiernos locales, las organizaciones locales, sindicales, vecinales, de mujeres o también en los espacios como por ejemplo los directorios de empresa, los sindicatos obviamente también, y en ese sentido, en Chile compartimos la necesidad de contar con una representación mucho más equilibrada, más proporcional a la cantidad de hombres y mujeres que hay en el mundo.
En el Parlamento recientemente se realizó una reforma al sistema electoral binominal y se puso un límite de un 60 por ciento para un solo género en las listas, asegurando, al menos un 40 por ciento de candidatas mujeres. La Presidenta Michelle Bachelet en su discurso inaugural dijo que hubiera preferido que fuera el 40 por cierto de las candidatas electas, no en competencia. ¿Considera usted que la reforma al modelo político fue insuficiente?
Bueno, en ese sentido hay que tomar indudablemente el comentario que hizo la Presidenta como un anhelo al que ojalá avancemos rápidamente. Pero es indudable que lo que se ha hecho hoy día, en primer lugar, después de 25 años de instalación de un sistema electoral binominal, que no es proporcional, no refleja la diversidad de opiniones políticas, sociales, culturales y económicas que tiene el país y que, por supuesto, tampoco representa esa diversidad entre hombres y mujeres, el que se haya hecho un esfuerzo por haberlo cambiado, por pasar a otro sistema. En ese marco pudiéramos generar también medidas, acciones afirmativas que pasaran de que no sólo las mujeres por sus propias capacidades, peleas y tremendo esfuerzo que deben hacer, pudieran llegar a ser a ser representantes, sino que exigirles también a los partidos llevar listas con candidaturas donde, ni hombres ni mujeres, superen el 60 por ciento, pero que tampoco tengan por abajo del 40 por ciento, eso creemos que indudablemente es un muy buen pie para poder tener más mujeres candidatas y no sólo más candidatas, sino que, esperamos, que sean más mujeres electas en la medida en la que también existen premios e incentivos a aquellas colectividades que tengan mujeres electas.
En las exposiciones hay quienes no quedaron conformes y fueron más allá. Desde Corporación Humanas, representantes de la sociedad civil apuntaron al rol de la mujer en procesos como el cambio Constitucional…
Cuando el programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, de la Nueva Mayoría, convoca también a hacer el diagnóstico de que es necesario generar un espacio de una nueva Constitución, indudablemente está haciéndolo porque falta la consagración de una serie de derechos y, por lo tanto, el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres tiene que ser mucho más efectivo. En ese sentido, será un papel también importantísimo el que tengan las mujeres desde sus distintas representaciones, desde sus distintos ámbitos de desarrollo político, social y económico para la construcción de una nueva Constitución.
Ministra, ¿llegaremos al 8 de marzo con el Ministerio de la Mujer operativo después de su aprobación en el Congreso?
Bueno, esperamos estar con el Ministerio. Tenemos un trámite legal que hacer posterior a la aprobación en el Parlamento de la cartera, pero indudablemente este 8 de marzo será distinto, no sólo se conmemorarán las luchas de las distintas generaciones de mujeres por más derechos en el ámbito del trabajo, de la familia, en su participación social y política en las transformaciones culturales, por nombrar sólo algunas, sino que también se podrá decir que tenemos un avance importante en el país porque hemos elevado la institucionalidad que se preocupa por los derechos de las mujeres, que va a bregar porque no hayan más discriminaciones contra las mujeres en sus distintas diversidades. Ya no será sólo un Servicio Nacional de la Mujer (Sernam, como hoy), sino que será un Ministerio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, así que hay que estar contentas para este ocho.
¿Y cuáles son los principales desafíos que deberá enfrentar el Ministerio?
La agenda de género que tiene el gobierno es bastante profunda, ambiciosa, tiene que ver con espacios de más y mejores empleos para las mujeres, más y mejor capacitación, por eso es que hay un programa llamado “Más Capaz” que va a tener 300 mil mujeres capacitadas a lo algo de estos años de gobierno, pero no sólo para el trabajo dependiente, sino que para las mujeres emprendedoras.
Estamos haciendo una agenda que nos permita retomar esa transversalización de la perspectiva de género, para que todos los ministerios se piensen a sí mismos, se revisen y digan ‘las políticas que estoy generando, ¿cómo afectan a hombres y mujeres?, ¿es diferenciadamente? y si es así ¿cómo lo corrijo?, ¿qué otras oportunidades genero para que las mujeres se desarrollen en los distintos ámbitos?”.
La agenda también incluye, por ejemplo, poder reformar la ley de violencia intrafamiliar para poder contraer más concepciones de violencia, porque la violencia contra la mujer no sólo se produce en el espacio de la familia, en la casa, sino que en el espacio público, en la calle, en el trabajo. Además, la violencia no solamente es física, psicológica y sexual, sino que también es económica, por nombrar sólo alguna, y en ese sentido necesitamos ampliar y modernizar nuestra legislación.
Ministra, desde otras carteras han requerido su presencia de forma más activa, por ejemplo en Trabajo, en el marco de la Reforma Laboral o en Salud en el contexto de la discusión de la despenalización del embarazo, ¿cómo se están viendo estos temas desde su cartera?
La agenda que desarrollamos indudablemente también toca esos temas, y por eso es que ha sido sacado a la luz no sólo por la ministra del trabajo (Javiera Blanco) cuando envía la agenda laboral para este 2015, sino en instancias como ésta (la reunión de ONU Mujeres), por parte de las panelistas en el sentido de poder incluir la mirada y los derechos de las mujeres en esas agendas.
Un ejemplo fue la inclusión de las mujeres en espacio de la negociación colectiva, pero también en los requerimientos a los empleadores y empleadoras de cómo están las brechas salariales al interior de los trabajos, para que pueda haber mecanismos de igualdad salarial.
Por otro lado, el ámbito de respeto a la autonomía de las decisiones tienen que ver con otras propuestas, tanto respecto de la autonomía física y cómo también de despenalización, proyecto que fue enviado el 31 de enero y estamos cumpliendo con avanzar en ese debate.