Las acusaciones y respuestas entre Venezuela y los Estados Unidos ya se han convertido en una verdadera escalada diplomática. Este martes Cuba dio su “incondicional apoyo” al presidente Nicolás Maduro al afirmar que “nadie tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de un estado soberano ni a declararlo, sin fundamento, como amenaza a su seguridad nacional”.
A través de un comunicado se preguntaron ¿cómo amenaza Venezuela a Estados Unidos?, a miles de kilómetros de distancia, sin armas estratégicas y sin emplear recursos ni funcionarios para conspirar contra el orden constitucional estadounidense y afirmaron que “la declaración suena poco creíble y desnuda los fines de quienes la hacen”. Por su parte, Ecuador rechazó la orden de suspensión de visas y la congelación de bienes en territorio estadounidense de siete funcionarios militares y policiales venezolanos.
A juicio de Wilson Tapia, periodista y analista, la postura de Estados Unidos es “bastante obvia”, con eso reforzó la idea que el gobierno de Obama busca impulsar un golpe en el país caribeño: “La desestabilización de Estados Unidos de los gobiernos latinoamericanos ha sido constante, por supuesto con la complicidad de poderosos sectores económicos del país”.
Para el especialista, la estrategia de Venezuela debe ser acercarse a los organismos regionales cada vez que se lo critica por el mal uso de leyes como la llamada “Ley Habilitante”, cuestionada porque “concentraría el poder”. Para Tapia “las leyes se dictan para ser aplicadas, es una ley que existe, que le permite la Constitución venezolana, y por lo tanto, no es ni más ni menos democrática que otras leyes”.
Por su parte, Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, cuestionó la respuesta de Maduro y sostuvo que las declaraciones entre ambos “se han ido elevando a niveles poco deseables para un lenguaje diplomático”, lo que puede convertirse en “un juego riesgoso”.
“Tenemos un presidente (Maduro) que ya ha reaccionado, denominando golpista a quien preside el gobierno norteamericano, lo que puede no ser la respuesta más pertinente en este momento, sobre todo teniendo presente el clima de las relaciones hemisféricas a partir de los anuncios con Cuba”,
Sin negar la injerencia de los Estados Unidos en la política nacional, indicó que, a su juicio, el mayor peligro del gobierno venezolano no está afuera, sino en la situación originada a partir de la detención de líderes de la oposición, lo que, advirtió, en algún momento “puede volver a agravarse”.
En tanto, Arévalo Méndez, embajador de Venezuela en Chile, en conversación con Radio Universidad de Chile, confirmó que el canciller chino también les dio su respaldo.
En esa línea, indicó que la provocación de Estados Unidos responde a una prueba que realiza a los países latinomericanos en el análisis de las condiciones en las que está el llamado “patio trasero”: “Están probando a los diferentes gobiernos del continente a ver quiénes le acompañan o quienes no en esta nueva campaña de terrorismo geopolítico contra un pequeño país como el nuestro”.
El embajador afirmó que las acciones del país norteamericano responden una etapa de “esquizofrenia geopolítica” ante la pérdida de influencia económica, energética, política y social en todo el mundo.
Méndez sostuvo que esto se debe a muchas razones. Una de ellas es que EEUU está perdiendo el control del petróleo de Medio Oriente, después de “inventar el engendro terrorista del Estado Islámico”. Además, de un “estrés energético” por el resurgimiento inesperado de Rusia y, en lo económico, por la consolidación de China como primera potencia, al convertirse como primer banquero de crédito e inversiones en Latinoamérica. Más cuando China y Rusia “aterrizaron en el continente de la mano del comandante Chávez”.
El embajador afirmó que es muy común que cuando Estados Unidos tiene países a los cuales no les puede “torcer el brazo”, como dice Obama, se inventan una bomba, asesinan a sus propios ciudadanos, inventan armas que no existen, entre otras tácticas: “Nos preocupa mucho que puedan bombardear alguna instalación de interés en Venezuela, entre ellos su propia embajada, como ya lo han hecho en más de cinco países en estos últimos 50 años”, afirmó.
Otra de las tesis expuestas por la autoridad venezolana en Chile es que en abril se realizará la Cumbre de las Américas en Panamá, por lo que estarían buscando “cualquier artilugio para justificar una ausencia del presidente Barack Obama”. Por lo mismo, afirmó que esperan un comunicado de CELAC y UNASUR y el apoyo manifiesto de todos los países de Latinoamérica.