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Carta abierta a Michelle Bachelet


Domingo 19 de abril 2015 15:21 hrs.


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Líder democrática o gran traidora: Encrucijada histórica de la mujer que tiene hoy en sus manos la llave de las condiciones de vida de 17 millones: Carta Abierta a Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile:

Los escándalos de Penta, SQM y Caval han causado una insostenible crisis de credibilidad y rechazo hacia los partidos políticos, sus representantes en el Parlamento, y en el Gobierno, como a las instituciones políticas que regulan y administran la dinámica de poder, determinando las condiciones de vida de los chilenos.  Esta crisis demanda una certera respuesta de Ud., Presidenta Bachelet, en aras de la convivencia social y el futuro del país.  Muchos piensan que Ud. es parte del problema y jamás oirá las demandas de la sociedad.

Si le escribo es porque la perversidad política que delatan los hechos y las condiciones del presente, me fuerzan a hacer lo que me dicta mi conciencia comprometida con los preceptos de un Estado de Derecho de acuerdo a la ONU, que nuestro país esta lejísimo de alcanzar. Y porque quiero creer que Ud. puede trascender estos momentos de adversidad personal y política, poniéndose del lado de la verdad, de la razón y del derecho.  Pues esta crisis viene de la mentira, de la sinrazón social y de la violación de derechos.

Estos casos al develar los niveles antidemocráticos y de corrupción presentes en el sistema político, exponen de golpe y en forma indiscutible ante la conciencia ciudadana la ilegitimidad e inoperancia político social de la Constitución Pinochet, Guzmán y Lagos.  Constitución que fomenta la corrupción de los políticos como consecuencia lógica del poder legal desmedido e incontrolado que le asegura a unos pocos, mientras la mayoría de los ciudadanos quedan a merced de sus abusos.  Lo que se ha evidenciado a través de la historia de los últimos 42 años.

Hechos y condiciones han sido magnificados por su error,  Presidenta, como política y madre, al asignar a su hijo en un puesto de Gobierno.  No existe hoy confianza ciudadana en Ud., en el Congreso, en los partidos, y la probidad de otras instituciones, como el SII, se ponen en duda.  Por el momento, del lado de la ciudadanía queda la Fiscalía y aquellos periodistas que no han cesado nunca su compromiso con la verdad. No parece suficiente una comision Engel.

Una pregunta central que hacen muchos es: ¿Estamos frente a una crisis creada por el comportamiento de los políticos, que implica una falla fundamental en los valores éticos? o/ y ¿el país enfrenta una crisis de la función de sus instituciones? No hay que pensar demasiado– y Ud. tiene toda la información que permite evaluar lo que digo– para ver que la Constitución política, con su visión opuesta a la de un modelo democrático de sociedad y de país y la corrupción política son partes del diseño del sistema que nos rige,  el que se aplica a la construcción del país existente como campo de acción del capitalismo salvaje.  Esta tesis ha sido ampliamente sostenida en los miles de documentos de denuncia del sistema por muchos años.

Una evidencia clave es la existencia de partidos que son netamente cupulares, autoritarios y clientelistas en la Alianza y la NM y que no representan a nadie más que a los intereses del poder empresarial neoliberal, a pesar de sus diferentes orígenes históricos.

A Ud. le ha correspondido un destino extraordinario: La primera mujer Presidenta de Chile, la primera Directora de ONU Mujeres, la otrora más querida y carismática de los Presidentes de Chile de la posdictadura, entre tanto de sus logros.  Probablemente, en la conciencia del descredito sobrado que ya tenían la elite económica y la clase política que los sirve después de las movilizaciones sociales del 2011, la convencieron aquellos que entienden que tenían que haber modificaciones para que se mantuviera funcionando el sistema, y la invitaron a que viniera a cumplir el papel teatral más importante de la escena nacional: El de la Presidenta reformadora.

A Ud. la contrataron para aplacar la frustración de los jóvenes que lograron descubrir las claves ocultas del sistema sobre sus vidas, las de los pobladores afectados por las mineras y las hidroeléctricas, y las del pueblo Mapuche cada vez más cercados por la industria forestal.  Junto a los estudiantes despertó el resto de la ciudadanía a una nueva mirada sobre su realidad.

Desgraciadamente, su Gobierno en su primer año, se frenó a si mismo antes de cumplir las expectativas sociales que la habían llevado al poder.  Ud. la única entre ellos que tenía parte de la confianza ciudadana, no aguantó las presiones de la Derecha dentro de la Alianza,  ni las fuerzas antidemocráticas dentro de la NM, ni estaba seguramente su Gobierno dispuesto a enfrentarlas.  Si lo hubiera estado y hecho, quizás el caso Caval habría tenido otras consecuencias. Porque la ciudadanía no se habría sentido traicionada.  Habría sido la tragedia de una madre chilena, no la de una Presidenta.

Paradojalmente, es en estos momentos de adversidad personal y política, donde Ud. puede abrir la puerta de un destino suyo realmente significativo para los chilenos: Ud. puede elevarse sobre sus circunstancias, usar su inmenso Poder como Presidenta y cambiar la historia de derrota y opresión del pueblo, quitando el manto de la larga condena sobre los chilenos.  Ud. tiene en sus manos la llave maestra que puede romper el cerrojo dictatorial y abrir las compuertas a la auténtica democracia que es deuda histórica de todos los que con Ud. han llegado al poder en Chile.

La población chilena ha sufrido sin límite desde el Golpe de Estado y la democracia de los acuerdos de los últimos 25 años.  Ud., Presidenta Bachelet, y los operadores de los partidos políticos en la NM saben exactamente que el poder que detentan no se debe a la masiva adhesión de ciudadanos.  Que a Ud. la eligió apenas el 25% del electorado. Que el 58% se abstuvo.  Que las cifras con que salió elegido el cuestionado Presidente de la DC,  el Senador Pizarro,  y las cifras que se disputan Isabel Allende y Camilo Escalona para dirigir el PS son misérrimas, entre los socialistas, quizás 20 mil personas.

En Chile, reconózcalo y enfrente al poder y a sus lacayos con el coraje de la gran estadista que el país necesita y demanda la sociedad para cambiar la historia– honrando de paso a su padre y a su madre y dando el ejemplo de la dignidad para su familia y todos los chilenos—, los partidos políticos no representan más que a sus cúpulas, y Ud. goza de un poder casi monárquico.  Úselo.  Sea firme en que se aplique la justicia en todos los casos de corrupción.  Llame a un plebiscito, declárese en favor de la Asamblea Constituyente el 21 de mayo 2015,  y dirija eventualmente su proceso con plena participación ciudadana.  Despoje del poder incontrolado a quienes nos han robado nuestros derechos ciudadanos.

¿Qué tiene que ganar y perder?  Seria atacada hasta la saciedad por los poderosos y los falsos representantes. Por aquellos que la protegen y la halagan. Pero la ciudadanía estaría de su parte.  No puede, Presidenta Bachelet, evitar la disyuntiva a que la enfrenta la historia: A Ud. solo le queda el camino de la gloria o la ignominia: Pasar a la historia como la gran líder democrática o la gran traidora.   Porque “el contrato social” existente solo podrá ser mantenido con una mayor represión contra los ciudadanos desolados, que ya no creen en las promesas incumplidas una y otra vez.  La desesperanza a los niveles que la produce este sistema, solo puede provocar mayor frustración y desafección social, e incitar a violencia social. Y al terror de la Violencia del Estado.

O en esta crisis deviene Presidenta por la democracia, poniendo el poder de debatir y crear una nueva Constitución en manos directas de la ciudadanía,  y Ud. tiene la llave para hacerlo y hay suficientes expertos constitucionales por una Asamblea Constituyente y una Carta magna democrática que pueden colaborar con la ciudadanía en un proceso constitucional semejante al que han llevado exitosamente otros países– que en nuestro caso debe ser fuera de los partidos políticos o con una representación de ellos proporcional a sus cúpulas y a su proceso interno de representación, versus el número de habitantes sujetos a la Constitución y no únicamente a aquellos con derecho a voto, porque las guaguas y niños con inadecuada nutrición, que pasan frio en los inviernos y  parte de los discapacitados, todos condenados  a una mala salud y educación como a los desastres medioambientales, no tiene derecho a voto– o tendrá que construirse una identidad dictatorial y un prontuario represivo, para inútilmente intentar mantener las apariencias, recurriendo a la ilegitima representatividad de esos partidos netamente cupulares, autoritarios y clientelistas.

El segundo, y Ud. estará muy tentada, es un camino que la llevaría directamente al mayor fracaso de su vida y a la mayor desgracia de los chilenos.

Ud. al revés de Edipo Rey que estaba condenado por el destino a la fatalidad, es libre de elegir para Ud. y para nosotros. ¡Que poder más grande tiene en sus manos!  ¡Que no tenga que arrancarse los ojos un día por no comprender la verdad frente a Ud. a tiempo!

Citlali, ciudadana independiente, por una Asamblea Constituyente Directa, con participación de expertos constitucionalistas y coordinada entre las organizaciones sociales y el Ejecutivo

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