En una reunión de su dirección nacional que duró sólo tres minutos, el PMDB, principal aliado del PT en el gobierno, decidió retirarse de la coalición liderada por la Presidenta Dilma Rousseff a la cual pertenecía hace 13 años, en una moción que determina la entrega de todos los cargos en el Ejecutivo hasta el día 12 de abril.
La continuidad de los seis ministros pertenecientes al PMDB será evaluada caso a caso y se especula que al menos tres de ellos permanecerían en sus puestos. En tanto, el vicepresidente nacional Michel Temer continuará en su cargo, argumentando que fue electo en la misma votación que la Presidenta Dilma.
Cabe recordar que si el proceso de destitución contra Dilma es aprobado en el Congreso, sería Michel Temer quien asumiría la Presidencia de la República. Según el vicepresidente nacional del PMDB, senador Romero Jucá, el vicepresidente Temer aguarda “con tranquilidad” este posicionamiento.
Parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT) lamentaron la decisión de sus ex aliados, calificándola de un “portazo a la democracia”. El líder del gobierno en el Senado, Humberto Costa, explicó que el vicepresidente Temer es el potencial beneficiario directo de un golpe de Estado contra la Presidenta Dilma, que “tiene las bendiciones de una oposición que, derrotada en cuatro elecciones presidenciales consecutivas, quiere llegar al Palacio de Planalto de manera sucia”.
El diputado Alfonso Florence, líder del PT en la Cámara, recordó que el nombre del vicepresidente es citado en delaciones premiadas de la investigación sobre corrupción en la petrolera estatal Petrobras. “¿La oposición cree que Michel Temer va a sustentarse sólo porque lidera el intento de golpe?”, cuestionó, agregando que el impeachment emprendido contra la Presidenta Dilma Rousseff está siendo calificado como una embestida golpista por movimientos sociales y representantes internacionales y de derechos humanos.
En este contexto, durante los próximos días serán realizadas decenas de manifestaciones en todo Brasil a favor de la continuidad del gobierno de Dilma, entre ellas la “Gran marcha antifascista”, convocada para este miércoles a las seis de la tarde en Rio de Janeiro y la “Jornada Nacional en defensa de la de la democracia” el día jueves 31, que tendrá concentraciones en Sao Paulo, Brasilia y Rio de Janeiro, entre otras ciudades.