“Los políticos, la Superintendencia de Salud y las isapres deben resolver la crisis”, subraya el economista y director académico del diplomado en Finanzas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Jorge Berríos.
“El gran problema si quiebra una de las isapres y se puede producir un efecto dominó, es que están dejando a más de 3 millones de personas sin salud”, sostiene el académico, quien advierte que de no haber una solución se podría incluso llegar a una crisis sanitaria.
Sobre el momento en que están las aseguradoras, Berríos precisó que “es importante destacar que lo que se está analizando son los estados financieros individuales de cada una de las isapres. Y si uno las analiza en ese contexto, no podemos hablar de ganancias millonarias. Sí es difícil determinar cuánto gana el total cada una de las estructuras del sistema de salud considerando que hay mucha integración vertical y horizontal de muchas de las isapres o las clínicas. Y en ese sentido, habría que ver la información consolidada de todas ellas para saber si realmente existen ganancias millonarias tal cual es la percepción”.
Para el académico, la situación que enfrentan las isapres es responsabilidad de esta misma industria.
“Creo que las isapres cometen un pecado y ese es el no ser transparentes. No transparentar la información a las personas derivó en que las personas tienen una mala percepción y una mala imagen respecto a las ganancias que tienen”, apuntó.
En ese marco, enumeró que “las isapres jamás han transparentado la estructura societaria en forma completa de manera (de identificar) claramente dónde y por qué se están produciendo las pérdidas, o si realmente tienen pérdidas o no”.
De todas formas, precisó que “sí hay que considerar que si vemos los estados financieros al mes de septiembre (de 2022) de las isapres, todas las utilidades que tenían acumuladas, están todas perdidas. Es decir, sin utilidad acumulada van a empezar a perder patrimonio”.
Otra de las críticas del docente de la FEN es que “hay discriminación y hubo discriminación directa en los planes de salud y eso se corrigió con lo que resolvió la Corte Suprema respecto a los factores de corrección. Pero, ¿por qué no lo hicieron antes si sabían que eso era un tema?”.
Berríos agregó que “tampoco es cierto que los planes de salud no se reajustaron si están en UF, por lo tanto los planes se reajustan mensualmente a las personas y las personas mensualmente se ven reajustadas por IPC y por corrección a valor real de hoy día. Entonces, no es efectivo que no tuvieron correcciones a los planes en forma mensual”.
El académico puntualizó que “por eso sucede esto, porque la poca claridad y dado que hoy día se presentó una coyuntura, una tormenta perfecta dada la pandemia, dada las licencias, dados los costos internacionales de la mayoría de los insumos médicos que han subido, se está produciendo una tormenta. Pero esta tormenta la produjeron las isapres por falta de transparencia de la información”.
El director académico sostuvo que “recién se está dimensionando de verdad el impacto de que una o más isapres puedan quebrar. Yo creo que la dimensión de la crisis no se ha valorado, no se ha sopesado adecuadamente y sobre todo hay que entender que si el sistema público hoy día no tiene la capacidad para absorber a lo que ya existe, hay que imaginarse si se le agregan 3 millones o más de personas al sistema”.
Para Berríos, “en este minuto los cotizantes difícilmente pueden hacer algo. Lo que tienen que hacer son las isapres y es ponerse de acuerdo con el Gobierno cómo van a superar la crisis”.
Por último, consideró que en vista de que para muchos sectores el sistema privado de salud generaba millonarias ganancias, algo que el académico subrayó que no es así según los datos publicados por la Superintendencia de Salud, se debe establecer una nueva forma en que funcionen estas aseguradoras.
“Hay que llegar a un acuerdo, a un acuerdo social respecto a cómo van a funcionar para adelante y resolver este tema ya. Porque sería lamentable destruir la capacidad instalada en el país y la quiebra de una clínica o una Isapre no se recupera antes de 20 años”, advirtió.