En conversación con el programa Política en Vivo, el académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, Hugo Frühling, abordó distintos temas relacionados a seguridad.
En primer lugar, Frühling se refirió a la idea del nuevo presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, de realizar un fast track, para poder discutir iniciativas relacionadas al orden público.
“Uno de los factores centrales para lidiar con la inseguridad, es tener fuerzas policiales de primer nivel, y entregarle la máxima protección y seguridad a sus integrantes, pero eso naturalmente que no significa que uno tiene que comprarse todas las iniciativas, especialmente teniendo en cuenta que es un debate que ha sido muy politizado”, dijo.
“Yo soy de la noción de que buena parte de lo que se requiere para enfrentar la seguridad, no tiene que ver necesariamente con nueva legislación”, agregó.
De acuerdo al experto en seguridad, lo que se requiere en el actual contexto es una “operalización” de los protocolos de uso de la fuerza.
“Esto es un entrenamiento, una convicción respecto a cómo aplicarlos. Hay mucha discusión respecto del principio de proporcionalidad y hay sugerencias de reemplazarlo por otro, pero la verdad es que el principio de proporcionalidad, lo único que dice es que el uso de la fuerza tiene que ser proporcional a la amenaza que sufre la integridad del policía o de un tercero. Cuando esa amenaza es una amenaza que va en contra de su integridad física, están perfectamente autorizados para usar las armas de fuego y defenderse”, explicó.
“No se trata de no proteger a los policías, al contrario, es muy importante protegerlos, pero las reglas también tienen que ser claras y limitadas. Nosotros formamos parte de tratados internacionales de derechos humanos deben ser respetados por Chile, y si bien no hay tratados sobre el uso de la fuerza por parte de los policías, hay normas explícitas, aprobadas por la Asamblea General a ese respecto, que estamos obligados a aceptar”, indicó.
Frühling además hizo hincapié en que los protocolos de uso de la fuerza, no le han quitado herramientas a Carabineros, y que no están relacionados con el supuesto aumento de agresiones en contra de ellos.
“Se dice que no existiría el convencimiento interno, en los policías, de que pueden usar las armas de fuego, y que en consecuencia eso es lo que estaría dañando su integridad. A mí me parece que eso es difícil de probar, y que naturalmente lo que correspondería más que cambiar normas, es demostrar a través de la práctica y la experiencia, que un policía que se ve amenazado puede utilizar su arma de fuego incluso causando la muerte de quien lo agrede”.
“Me parece que hay que hacer análisis bien cuidadosos y no ponerse a cambiar normas que después pueden dañar nuestra reputación internacional y tener resultados lamentables”, añadió.
Por último, Frühling propuso una sistematización de los actos de violencia, que permita ir identificando patrones.
“Una manera muy clara de clarificar lo que está sucediendo es que hubiera una base de datos respecto de los ataques que sufren Carabineros, las circunstancias y sus efectos. De esa forma, podríamos clarificar qué es lo que ha estado pasando, cuánto va aumentando esto, dónde y en qué momento estamos pasando el umbral necesario. Sin eso, es muy difícil saber si los entrenamientos son adecuados, o si efectivamente los Carabineros están experimentando tibieza en el cumplimiento de su deber como consecuencia de la reglamentación de uso de la fuerza”, concluyó.