¿Recesión técnica?: Los análisis y proyecciones tras la caída del Imacec de marzo

En conversación con nuestro medio, diversos especialistas en el área abordaron el escenario económico en nuestro país tras conocerse que el Imacec de marzo se contrajo 2,1% frente a igual período del año pasado.

En conversación con nuestro medio, diversos especialistas en el área abordaron el escenario económico en nuestro país tras conocerse que el Imacec de marzo se contrajo 2,1% frente a igual período del año pasado.

Que el Imacec del mes de marzo sea de  2,1 por ciento, la mayor contracción desde noviembre de 2022 sería, por un lado, un indicador de que entramos en recesión técnica y por otro, que la política monetaria con elevadas tasas de interés no han tenido el efecto que se esperaba.

Al menos esas son algunas de las ideas que plantean los economistas Marcela Vera, Gonzalo Durán y Andrés Riquelme, a lo que se suma la opinión del académico Manuel Agosin, quien sostiene que el Ejecutivo desincentiva la inversión.

Las cifras dadas a conocer por el Banco Central (BC), marcadas por la baja de 8,5% de la minería y del 5,4 por ciento del comercio, estaban dentro de lo esperado, sostienen los expertos. Sin embargo, se abrió el debate si el mal Imacec pone al país en “recesión técnica”, lo que en opinión del ministro de Hacienda, Mario Marcel, no es un tema debatible porque la definición es que son  “dos trimestres de variación negativa respecto del trimestre anterior, desestacionalizado” y que en este caso no se cumple porque eso “ocurrió en los tres primeros trimestres del año pasado”.

Una opinión distinta tiene el economista y académico de la Universidad de Talca Andrés Riquelme, quien afirmó que si se suma a este 2,1% el Imacec del mes de febrero de 0,3 por ciento, “tenemos dos trimestres consecutivos de actividad a la baja. Eso nos deja ad portas de lo que se llama recesión técnica (…) esta caída del mes de marzo del 2,1 por ciento está dentro de lo esperado por los analistas que era del 1,3 y 2,3 por ciento, es decir, estamos en rango, no fue sorpresa”.

Agregó  que esta situación “se explica principalmente por la caída en la actividad de los sectores mineros y del comercio. La minera cayó 8,5 por ciento y la actividad comercial tuvo una caída de 5,4 por ciento. La principal explicación es que disminuyen las ventas, hay menores ventas en supermercados, grandes tiendas y otras más especializadas como el calzado”.

Desde la mirada del académico del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, Manuel Agosin, las cifras del Imacec de marzo, dan cuenta “de la fuerte desaceleración de la economía y apunta a la necesidad de que el Gobierno incentive la inversión y no continúe desincentivando, por ejemplo como lo ha hecho con el litio, en un rubro que va a requerir que cualquier inversión sea realizada con una participación mayoritaria del Gobierno, lo que la prensa internacional ha relevado como negativo para la inversión en este rubro en Chile”.

Además, agregó  “el caso del veto a Dominga por un grupo pequeño de ministros, también nos indica la fuerte posición anti inversión del Gobierno, la cual deberá cambiar dramáticamente si quiere contrarrestar las tendencias recesivas que existen en la economía”.

En tanto, la economista y académica de la Universidad de Santiago (USACH) Marcela Vera, afirmó que la caída del Imacec de marzo da cuenta de un escenario mucho más negativo que se aproxima durante los meses de invierno que afectará el empleo y a las Pymes si las autoridades no adoptan las medidas necesarias para incentivar la demanda de los hogares y una adecuada inversión.

En su análisis sobre las cifras dadas a conocer por el Banco Central, la académica indicó que la caída “pronunciada en la minería” y la tendencia a la baja de 11 meses consecutivos en el comercio, han afectado no sólo al comercio minorista y mayorista, sino también a las Pymes.

Esta tendencia, aseguró la economista, permite “acercarnos a cuánto están gastando, en términos de consumo, los hogares. Este es un indicador que nos permite conocer la demanda de éstos”.

Vera agregó que esta situación es muy patente para la población, pero “las autoridades no lo están considerando porque son los hogares los que están consumiendo menos y eso, por supuesto, va acompañado por la política restrictiva que tenemos a nivel monetario y que ha elevado enormemente el costo del crédito y ha generado por 11 meses consecutivos una caída en el comercio”.

La académica agregó que esta baja ha sido compensada, en cierta manera, con el sector servicio. Sin embargo, éste también da cuenta de una reducción ya que si bien es positivo, su crecimiento es cada vez menor y por tanto, “el aporte que hace el sector servicio también se está desacelerando”.

La economista indicó que dado este escenario, “invitaría a mirar estas cifras, no comparándolas con el período anterior, sino con una serie más larga de manera de tener un panorama general que nos permita darnos cuenta de la situación de recesión en la que se encuentra nuestro país porque, incluso en las cifras alegres, crecer a un uno por ciento, o en torno al cero por ciento es una mala noticia y eso es parte de las cuestiones que las autoridades y el mundo de la academia debe saber evaluar porque queremos que el país crezca a las cifras que en algún momento creció, al 7 por ciento”.

Además, señaló que si este último Imacec se compara con los trimestres anteriores “igual estaríamos con un crecimiento muy pobre y eso hay que asumirlo de manera de afrontar y eso en parte, se resuelve de una mirada keynesiana para incentivar la demanda de los hogares e incentivar adecuadamente la inversión para un crecimiento sostenido”.

En su opinión, para avanzar en esa línea “hay que salir de la lógica de la política económica contractiva, porque si no se asume, en realidad lo que se está haciendo es desincentivar el crecimiento económico y generando una situación donde además, no ha habido ajuste, porque gran parte del discurso tiene que ver con ‘vamos a desincentivar la demanda’ para que se reduzca la inflación, pero tampoco se ha reducido”.

Para el economista de la Universidad de Chile e investigador de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, hay dos aspectos que son muy importantes considerar. Por una parte, la situación internacional que ha golpeado la recuperación de China y que afecta a los socios comerciales, como nuestro país y las exportaciones del cobre y, por otro lado, la economía de los hogares que cada vez se “hace más evidente que el consumo ya no se sostiene con los actuales salarios”.

Sin embargo, indicó que hay otros elementos que son parte de este escenario, como por ejemplo la discusión de la Reforma Tributaria y las “llamadas profecías autocumplidas” y cómo ciertos grupos empresariales detonan conductas que “generan esta profecía que el país se va a detener por el alza de los impuestos y termina haciéndose efectiva, porque son medidas de presión que detienen los procesos de inversión”.

Respecto del tema salarial, el investigador recordó las cifras de deuda morosa dada a conocer por la Universidad San Sebastián que advirtió que el país registró la mayor alza de nuevos morosos en un año, con 4,1 millones de personas con deudas impagas.

Eso nos hace reflexionar sobre el rol de los salarios en la economía y cómo las remuneraciones bajas hacen que sea muy difícil que la economía se pueda recuperar y tener el ritmo de crecimiento que tenía en el pasado. Eso no va a cambiar sino ponemos al trabajo en el centro del debate lo que significa que los salarios ya no solamente sean determinados en una negociación individual, sino que sean conformados a través de la negociación colectiva”, señaló el académico.

Por otro lado, Durán afirmó que este bajo Imacec también “es una evaluación de la política monetaria y fiscal que lleva el país. Es una pésima nota en cuanto a lo que está sucediendo con el BC y demuestra que la Política Monetaria persiste con una inflación que está sobre los dos dígitos y la economía sigue en un proceso de estancamiento y de disminución del producto. Podríamos decir que estamos en una fase de estanflación, que es un estancamiento más inflación”.

Asimismo, el académico afirmó que el BC está “al debe” porque no ha podido revertir esta situación con “tasas de interés excesivamente elevadas, una política monetaria muy agresiva y no ha dado con los resultados esperados”.

Por otro lado, sobre las proyecciones a partir de las cifras del BC, Durán precisó hay que considerar el escenario mundial, convulsionado con la caída de algunos bancos en EE.UU lo que “todavía produce inestabilidad en los mercados lo que va a generar que las cifras no sean muy positivas en los próximos meses”.

Además, el economista hizo hincapié en que las cifras del desempleo para los meses de invierno van a aumentar a lo que sumarán “el aumento de los gastos en calefacción y por lo tanto, uno esperaría mayores niveles de estrechez financiera en los hogares”.

Durán agregó que cada vez que se conocen cifras como las del Imacec, los empresarios y sus representantes dicen que no es tiempo de aumentar los salarios mínimos, reforma de pensiones o negociación colectiva y “entramos en un círculo donde nunca es el momento. El problema con este razonamiento, es que la crisis estructural que estamos viviendo, es una crisis que está determinada por la situación que tienen los trabajadores y la situación de bajos salarios y por tanto, la manera de superar esta situación o enfrentar esta crisis es precisamente generando un mayor poder de negociación por parte de las y los trabajadores”.





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