Como “el mejor de los nuestros” calificó el diputado Daniel Manouchehri, jefe de la bancada de diputados del Partido Socialista, al Presidente Salvador Allende al iniciar la lectura de los homenajes al mandatario muerto hace medio siglo en medio del asalto a La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
El legislador que representa a la colectividad que el propio Allende ayudó a formar en 1933, recordó que también fue llamado “el ministro de los pobres” al asumir en 1939 con 30 años el Ministerio de Salubridad en el mandato del Presidente Pedro Aguirre Cerda.
“Allende siempre buscó la unidad de su pueblo”, puntualizó Manouchehri, quien destacó que “en tiempos donde para algunos el camino para los cambios era la vía armada, Allende generó un camino pacífico y democrático, uno propio de Chile, la vía chilena al socialismo, en democracia, pluralismo y libertad. La revolución con sabor a empanada y vino tinto”.
Otro hito destacado por el parlamentario fue la nacionalización del cobre “permitiendo que los beneficios de la minería llegaran a todo el país. En una medida aplaudida mundialmente, Allende apostó por fortalecer la infancia y decretó entregar a cada niño un medio litro de leche sin importar su condición social”.
Además, puntualizó que el golpe de Estado se concretó a raíz de que “las fuerzas armadas empujadas por fuerzas políticas opositoras y apoyadas por la CIA, rompieron su tradición democrática y en un acto de traición dieron un golpe de Estado para mantener los privilegios de un puñado”.
“Vergüenza debería darles a quienes hoy de manera miserable justifican esta barbarie”, agregó Manouchehri acerca de quienes por estos días han justificado el golpe de Estado.
Por su parte, el diputado jefe de bancada del Partido Comunista, Luis Cuello, subrayó que para Allende “su propósito vital se inspiró en la búsqueda de una vida mejor para los menos favorecidos, para los más castigados por la desigualdad y la pobreza”.
A eso agregó que “el gobierno de la Unidad Popular que con orgullo integramos lealmente como Partido Comunista, hizo real su compromiso de entregar medio litro de leche a todas las niñas, niños y mujeres embarazadas del país”.
Además, rememoró que “ante la Asamblea General de Naciones Unidas el Presidente Allende denunció el bloqueo financiero que vino como feroz represalia a la nacionalización del cobre aprobada en el Congreso por unanimidad”.
“El golpe de Estado no era inevitable ni la democracia tenía un destino marcado”, sentenció Cuello, para quien “Allende era un demócrata que en todo momento respetó la Constitución y la ley, que cumplió hasta el último aliento con la voluntad de un pueblo, que sacrificó su vida por los trabajadores y trabajadoras, por las mayorías que construían junto a él una patria más justa”.
En tanto, el presidente de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, tomó como ejemplo la carta que sólo dos días después del golpe de Estado dieron a conocer 13 dirigentes de la colectividad, señalando que “Nos inclinamos respetuosos ante el sacrifico que él hizo de su vida en defensa de la autoridad constitucional”.
En cambio, reconoció que “la actitud oficial de la Democracia Cristiana fue complaciente en el golpe y en los primeros meses siguientes”, aunque años después el expresidente de la organización y también exmandatario Patricio Aylwin, reconoció que la actitud de “Los 13” había sido la correcta.
“Es esta DC con luces y sombras la que hoy hace un homenaje al Presidente Allende, un hombre que marca una época porque le dice a Chile y al mundo que sus ideas, las ideas socialistas podían gobernar en democracia”, apuntó.
Undurraga agregó que “el mejor homenaje que podemos hacerle hoy día no solo es resaltar su figura, sino comprometernos con el futuro, con la democracia, con los derechos humanos y con la no violencia en la política”.
Posteriormente, el diputado Gustavo Benavente de la UDI comenzó a leer un documento con ácidas críticas al Presidente Allende y su gestión, lo que le valió las sucesivas reconvenciones establecidas en el reglamento de la Cámara de Diputados, para llegar a que se suspendiera la sesión por un par de minutos.
Sin embargo, una vez retomada la lectura del discurso, el presidente de esa rama del Congreso, Ricardo Cifuentes, le aplicó la privación del uso de la palabra por lo que los integrantes de la bancada del gremialismo salieron del hemiciclo.