Como una instancia para rendir avances, pero también explicar los ajustes de planteamientos en su programa tras dos procesos constitucionales, crisis de seguridad, recuperación económica post pandemia y afectación por el atraso institucional en varias materias, definió Camila Miranda, presidenta de la Fundación Nodo XXI, esta tercera Cuenta Pública del presidente Gabriel Boric.
A cinco días del acto republicano, las expectativas aumentan y las exigencias, por parte del oficialismo, hacen lo propio en miras de retomar el control de la agenda de cara al próximo ciclo electoral, lo que pone presión al tono que adoptará el Ejecutivo al hablar al país, pero también a las filas oficialistas.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Miranda afirmó que “me parece que el Gobierno llega a esta tercera Cuenta Pública con la capacidad de plantearle al país que ha logrado restablecer la normalidad en bastantes ámbitos y, en otros, ha tenido que hacer ajustes importantes en términos de la institucionalidad para que el país esté en condiciones de enfrentar los problemas”.
En dicho escenario, ¿cuál es el desafío con que llega el Gobierno?
En esta Cuenta Pública, el desafío que tiene es tanto combinar la perspectiva del avance (en seguridad pública, social y económica) que ya había propuesto al país, de normalizar a través de priorizar esos ámbitos de acción, con el juicio evidente de la ciudadanía sobre cuáles habían sido los compromisos presidenciales que permiten que Gabriel Boric sea Presidente de la República.
Y, por supuesto, ahí hay algunos más enigmáticos, vinculados también al proceso de emergencia de organizaciones políticas como el Frente Amplio, que tienen que ver con la educación y, en este contexto, la discusión sobre el Crédito con Aval del Estado (CAE), pero también con la constatación desde este mismo proceso de las desigualdades concretas que hay en materia de responsabilidad de cuidados y cómo eso no es solo un problema de las mujeres, sino que es un problema de futuro.
Entonces, es una combinación a mi parecer de los reencuadres que ha tenido que hacer el Gobierno, puestas las circunstancias que hemos experimentado como país cada año, con también ese juicio a los compromisos que marcaban una distinción respecto de lo que podía ser un gobierno de Gabriel Boric, a diferencia de lo que hubiese sido uno de José Antonio Kast.
¿Hay espacio para poder cumplir estos compromisos? La ministra Vallejo respondió que la tercera cuenta pública va a ser una instancia “clarificadora” y no habrá muchos anuncios. Desde fuerzas oficialistas impulsan en que ésta sea una instancia clave para controlar la agenda.
Los temas que hoy día se plantean como pendientes ya han estado en los anuncios presidenciales previos y entonces lo que se espera es que se clarifique la ruta, el camino, el momento en que se van a tratar de materializar (los compromisos). Por eso, creo que hay elementos que no pueden estar ausentes, pero también calibrarlo en el sentido de que queda un año y medio de gobierno y cuál va a ser el camino para cumplirlos.
Creo que va a ser importante poder situar al país la situación en la que nos encontramos. No es muy llamativo para nadie que hay percepciones en algunas áreas de estancamiento, pero también en otras se ven avances concretos. Creo que sobre todo en materia de seguridad va a ser sumamente importante porque además de ser un tema central de preocupación de la ciudadanía, también es un tema central en el debate y las disputas políticas, y estamos también cerca de otro escenario presidencial.
Así, yo me atrevería decir que el Gobierno tiene contundentes elementos para decir que han habido avances institucionales y, en otros casos, de efectividad en estas materias. Tenemos ahora, uno muy cercano, que es poder haber identificado responsables en el caso de los megaincendios y creo que eso es una señal también hacia el país, de que cuando el Presidente dice no va a haber impunidad, puede mostrar que no va a haber impunidad.
¿No hay espacio para más anuncios?
En el sentido de si hay mucho más que comprometer, yo estoy de acuerdo en que no hay mucho más que comprometer. Creo que es mucho más lo que hay que clarificar, en términos de lo que se ha logrado construir, qué es lo que falta de anuncios que ya estaban y de qué manera se van a lograr concretar.
El juicio de la oposición respecto a cómo llega el gobierno a esta tercera instancia es sumamente crítico. Algunos dicen que a falta de anuncios, utilizaron el CAE ¿cómo lidiar con esa crítica?
En términos de los juicios que se hacen, también están bien teñidos por la contienda electoral. Si ves las declaraciones de José Antonio Kast o de Evelyn Matthei que son algunas de las figuras que probablemente vayan a la contienda electoral, tienen énfasis diferentes. (Kast) no entra a discutir si le parece bien o no la condonación del CAE y, en realidad, está en una política del Gobierno que lo ha hecho mal y punto. A diferencia de Evelyn Matthei, también porque se sitúa desde otro sector de la derecha.
A mí me parece sano que existan estos juicios y, en particular, en la discusión del CAE, además de que todavía no se conoce la propuesta y eso genera mucha especulaciones.
El año pasado hubo un alza en un 10% de aprobación para el Presidente Boric. ¿Cómo el Gobierno puede capitalizar esta aprobación para hacer factible su programa?
Los momentos de Cuenta Pública son un momento también de oportunidad para los gobiernos tanto porque es la capacidad de demostrar qué se ha logrado hacer y con qué envergadura. Y, ahí, es súper importante en un anuncio ponerle sujetos y personas concretas que se benefician y qué desafíos tenemos como sociedad. Eso es importante y, por tanto, tiene a veces evaluaciones positivas. Esa combinación podría permitir que el aumento en una aprobación vinculada a las cuentas públicas tenga la capacidad de sostenerse un poco más en el tiempo.
Pero yo creo que la oportunidad más bien es de establecer con claridad a la ciudadanía en qué cosas se han hecho ajustes de expectativas y cuáles son los caminos para las cosas que quedan. Creo que esa claridad a veces puede ser mucho mejor percibida que solamente centrarse en cumplimiento o promesa, sino más bien poder explicar. En la ciudadanía y en la política falta también explicar por qué uno sostiene ciertas posiciones y no otras.