Este viernes 18 de octubre se cumplen los primeros cinco años del estallido social. Una fecha que marcó el inicio de masivas manifestaciones a lo largo del país que canalizaron una serie de malestares sociales, y cuya canalización fue el inicio de un fallido proceso constituyente.
El abogado y académico de la Universidad de Chile, Fernando Atria, fue uno de los miembros de la denominada Convención Constitucional, la que redactó la primera propuesta para una nueva constitución y que finalmente fue rechazada en las urnas. “Siempre lo dije: creo que fue un acierto darle dirección constituyente a la energía desatada el 18 de octubre”, afirmó Atria en Radio y Diario Universidad de Chile.
“Me parece que fue un acierto. No porque podría haber solucionado todos los problemas, sino porque nos habría puesto en vías de solución. Y por eso creo que el hecho de que fracasara el primer proceso constituyente fue una catástrofe para Chile”, agregó el académico.
En esa misma línea, también se refirió a las críticas progresivas que durante los últimos años se han generado en torno a lo sucedido en octubre del 2019: “Lo que estamos viendo es un esfuerzo de características ‘orwellianas’ de resignificar el pasado, de entrar a la cabeza de cada chileno o chilena que estuvo en esa marcha el 25 de octubre, o que la apoyó, que fueron millones, y sacar el recuerdo de celebración y esperanza que la caracterizó. Y poner uno distinto, manufacturado, que es un recuerdo de violencia e irracionalidad”.
“Nos quieren convencer de que todo lo que ocurrió después del 18 de octubre fue solamente violencia e irracionalidad. Y entonces, nos dicen que octubre es un enigma, que en mucho tiempo no vamos a poder entenderlo, y el enigma sería por qué ante el hecho de que se desató en Chile la violencia y la irracionalidad, la gente, el 25 de octubre, en esa enorme marcha en Santiago y en regiones, salió no a rechazar la violencia y a pedir castigo para los delincuentes, sino a celebrar el salvajismo y la irracionalidad”, complementó el abogado.
Por eso, comparó lo sucedido comunicacionalmente con el relato distópico de la novela “1984”, de George Orwell. “Ahora resulta que una minoría de las personas encuestadas dice que en su momento apoyó el movimiento, pero evidentemente era lo contrario. Todos sabemos todavía, y no sé por cuánto tiempo más lo vamos a saber porque no sé cuándo este esfuerzo va a ser totalmente eficaz, que no era así. Todos sabemos que la marcha del 25 de octubre fue la marcha de celebración y, por cierto, no de celebración de la violencia”, sentenció.
La cuestión de las acusaciones constitucionales
Otra coyuntura analizada por el académico durante la primera edición de Radioanálisis fue la votación en torno a la acusación constitucional contra el ex ministro de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, y que se decidirá en las próximas horas. Esto, en medio de acusaciones cruzadas entre parlamentarios de oficialismo y oposición en torno a la hipótesis de que la acción contra Muñoz pueda responder a un intento de “empate” ante la acusación contra la también suspendida Ángela Vivanco, quien tiene un pasado militante en Renovación Nacional.
Algo con lo que Atria está de acuerdo. “Efectivamente, es bastante claro que esto es un intento muy torpe o burdo de empatar las cosas. Es decir, el hecho de que la hija del juez Muñoz esté en Italia podrá configurar una infracción de parte de la hija, pero evidentemente no configuran notable abandono de parte de él. Y la declaración de una funcionaria de una inmobiliaria respecto de lo que le habría dicho a ella la hija del juez como elemento para decidir que ha habido notable abandono del juez, es un poquito alambicado, creo yo”, dijo el abogado.
“Me parece que lo que hay detrás es un intento por empatar y sacar de la Corte a un juez ha tomado decisiones que a la derecha no le han gustado. Y eso me lleva a la segunda cuestión. Yo no estoy de acuerdo, en general, con la manera en que el juez Muñoz entiende su función de juez. Sin perjuicio de que en algunas cosas yo estoy de acuerdo con la dirección en la cual decide, creo que esas decisiones, en mi opinión, no satisfacen el estándar de decisión conforme a derecho. Y me parece que el juez Muñoz en muchos casos confunde lo que es decisión de lo que a él le parece correcto o justo con lo que es decisión con forma de derecho”, lanzó Atria.
Sin embargo, aseguró que “habiendo dicho aquello, el hecho de que uno opine eso no puede ser fundamento de una acusación constitucional. Porque si yo fuera senador, seguiría opinando lo que le acabo de decir, que la jurisprudencia o las cosas que decide el juez Muñoz a mí no me parecen bien. Pero si los senadores pudieran votar contra un juez porque no le parecen bien las decisiones que toma, yo creo que eso sí que es una cuestión peligrosa”.
Lo anterior, frente a un escenario donde “en la medida en que los jueces estén intimidados de hacer ciertas cosas, entonces hay cuestiones que no se pueden hacer, y eso no es sano para la independencia del Poder Judicial”.
En conclusión, el académico aseguró que, bajo su análisis, “sí es un intento y bastante burdo por empatar. Y dos, creo que lo que hay detrás es una incomodidad, por lo menos, o crítica al contenido de decisiones del juez Muñoz, con la cual, en el fondo, estoy de acuerdo. Pero que no pueden constituir un fundamento para una acusación constitucional”.