Jaime Arancibia (RN): "Una constitución no validada transversalmente está destinada a no ser aprobada o a cambiar dentro del corto plazo"

El experto y doctor en Derecho compartió la preocupación del Presidente Boric sobre el proceso constitucional y dijo que el próximo trabajo de los comisionados en el texto estará enfocado en la corrección de "exageraciones" provenientes del Consejo.

El experto y doctor en Derecho compartió la preocupación del Presidente Boric sobre el proceso constitucional y dijo que el próximo trabajo de los comisionados en el texto estará enfocado en la corrección de "exageraciones" provenientes del Consejo.

Pese a que el proceso constitucional se ha venido dando “de acuerdo a lo esperable”, con la prevalencia de modificaciones introducidas por la oposición, el comisionado de Renovación Nacional, Jaime Arancibia, aseguró que posterior a las votaciones en el Pleno “tendría que venir una etapa de mayor acercamiento, sobre todo de aquellas enmiendas que, siendo importantes, no cuentan con un apoyo transversal”.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el abogado y doctor en Derecho remarcó que, si el plebiscito de diciembre próximo la propuesta constitucional no llegara a prosperar, sería “un fracaso de toda la clase política y, por lo tanto, el esfuerzo tiene que estar en sacarlo adelante y eso supone cesiones de todos los sectores políticos”.

En esa línea, dijo compartir los dichos del Presidente Gabriel Boric, quien afirmó estar “preocupado” por el trabajo del Consejo e insistió en que el futuro texto refleje “todos los consensos que tenemos todos los chilenos y no solo la visión de un sector”.

Según Arancibia “lo que dice el Presidente Boric es una verdad incontestable, en el sentido que lo dicen los autores de la doctrina, los dogmáticos, lo dijo la Comisión de Venecia, lo dicen los profesores de constitucional. Una constitución no validada transversalmente o que no sea fruto de un acuerdo transversal está destinada o a no ser aprobada o, de ser aprobada, a cambiar dentro del corto plazo, porque las constituciones son instrumentos políticos del centro. Es positivo el llamado que hace, o sea, en el fondo es tratemos de que sea lo más representativa posible para que sea duradera”.

Además, comentó que, pese a los cuestionamientos de partidos del oficialismo y de la ventana que dejó abierta el fundador del Partido Republicano, José Antonio Kast, de rechazar la nueva constitución, “lo que uno ve en la práctica es que hay varios temas donde republicanos ha cambiado de opinión, por ejemplo, con el derecho a la cultura. Se logró unanimidad sobre la base de una propuesta más bien de la izquierda de moderar aún más el derecho a la cultura. Entonces, habrá que ir viendo caso a caso”.

“Yo creo que cuando uno ve lo bajo que están las encuestas de apoyo al texto lo importante es que todos tienen que ceder posiciones. Ahora, el llamado a ceder posiciones no es solo a republicanos porque las cosas que se han aprobado han sido, en el caso de la derecha, por republicanos y Chile Vamos. Republicanos recordemos que no tiene posibilidad de meter ni siquiera una coma en la constitución si no es con el apoyo de otros consejeros y, en este caso, ha sido de Chile Vamos. Por lo tanto, ellos también se tienen que acercar” expresó.

Por otro lado, apuntó que “en los sectores de izquierda también tendrían que ceder en que a lo mejor hay ciertas pretensiones que podrían estar siendo demasiado principistas o cargadas a un lado. Por ejemplo, si la constitución vigente ya establece el derecho de libre elección en salud y si el 86% de la ciudadanía en las encuestas dice que le gusta, a lo mejor usted está en una minoría, pero a lo mejor hay fórmulas en torno a las cuales uno podría compatibilizar esa libertad de elección en salud con algún plan de carácter solidario y no simplemente cerrarse al todo o nada de que no tiene que haber libertad de elección”.

En cuanto a la polémica que se levantó en la izquierda y en organizaciones de la sociedad civil en torno a la aprobación de la objeción de conciencia institucional y a la consagración de la protección de la vida de “quien está por nacer”, Arancibia planteó que “en esa materia distinguiría, porque que diga ‘qué’ o ‘quién’, considerando el artículo uno aprobado ya por la Comisión Experta, que dice que todo ser humano goza de una dignidad inviolable, ya con eso uno podría decir, bueno, da lo mismo si es ‘qué’ o ‘quién’, si ese es ser humano desde el momento de la concepción o de la fecundación, ya goza de una dignidad humana inviolable. Entonces, a mi juicio eso es una discusión que puede ser interesante, pero que admite distintas interpretaciones”.

Por otro lado, respecto de la labor que ejercerán los comisionados una vez finalizadas las votaciones del Pleno, expresó que “nuestro rol tiene que tratar de corregir todos los defectos técnicos de carácter constitucional con los que viene ya la propuesta del Consejo, algunos vienen, incluso, de la época de los expertos, y luego como se trata de un cuerpo colegiado en el que las sensibilidades políticas están relativamente empatadas, también creo que es un espacio natural para poder corregir las exageraciones que puedan ser más o menos de consenso transversal”.

“Esa mayor moderación, prudencia, ese mayor carácter de centro político lo puede dar la Comisión Experta y, en este caso, yo creo que más que nada para ir atenuando posibles puntos que puedan estimarse exagerados que vengan del Consejo, producto quizá de una mayor preponderancia de la derecha, o sea, si hubiese sido los dos tercios de la izquierda yo creo que los expertos tendrían que haber cumplido el mismo rol, de moderar aquellas cosas que una voluntad mayoritaria está tratando de imponer y que a lo mejor debiera formar parte de un consenso más transversal, considerando la historia de Chile”, recalcó.

En esa línea, añadió que “en el caso del Consejo, como son consejeros que pertenecen a bancadas de partidos políticos, los partidos políticos también deberían estar ahora en pleno proceso de negociaciones precisamente para lograr ese texto más transversal, porque lo que aquí no hay que perder de vista tampoco es que, si es que el texto se rechaza en el plebiscito, es un fracaso de toda la clase política, sin ninguna excepción y resulta que el único partido que podría haber sido triunfador en diciembre, con un eventual rechazo, tampoco podría ser triunfador porque quedó a cargo del proceso”.

“O sea, el Partido Republicano, que no quería la constitución, pero que ahora está a cargo del proceso también sería un fracasado junto con los demás partidos del espectro político, desde el Partido Comunista hasta la UDI y a mí me preocupa eso mucho en un sistema democrático, porque cuando ya se fracasa dos veces en torno a una cosa tan fundamental como es la constitución, ya sea que exista Plan B, eso es muy delicado y peligroso para la democracia porque es caldo de cultivo para los populismos, para autoritarismos. Por eso creo que el esfuerzo tiene que ser máximo por parte de todos, de ceder en lograr un texto moderado en el que todos nos podamos sentir parte y aprobar la constitución”, advirtió el comisionado Jaime Arancibia.





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