El economista vio con buenos ojos las cifras entregadas por el Banco Central en su último IPoM y abordó además las razones por las que el precio del dólar se mantiene alto en el país.
El indicador se posicionó en la parte alta de las expectativas del mercado que habían proyectado un margen amplio de crecimiento entre el 2,3% y el 5% para el segundo mes de 2024.
El ministro de Hacienda destacó que la actividad económica del país tiene un nivel similar a la del 2021, “pero con una inflación controlada y una cuenta corriente de balanza de pagos que ha vuelto a su promedio histórico”.
Según detalló el organismo, las mayores contribuciones al crecimiento se registraron en el EGA (agrupación de electricidad, gas, agua y gestión de desechos), servicios personales y transporte.
El expresidente del Banco Central pronosticó que la convergencia a la meta de inflación al 3% recién ocurrirá hacia finales del primer trimestre de 2025. Esto, teniendo en cuenta el alza en el IPC de los meses de enero y febrero.
La cifra superó las expectativas del mercado, que esperaba un Imacec de entre -0,3% y 2% en el mejor de los casos, aunque las apuestas de los especialistas mejoraron después de conocer el índice de Producción Industrial de 3,6% de ayer.
Según la Encuesta de Expectativas Económicas, el Banco Central reportó una variación en el Índice de Precios al Consumidor de 0,2% para febrero y un 0,3% para marzo de este año.
El Consejo del BC recalcó que la entidad actuará “con flexibilidad en caso de que alguno de los riesgos internos o externos se concrete y las condiciones macroeconómicas así lo requieran”.
Pese a que el titular de las finanzas públicas consideró el informe del Banco Central como “una buena noticia” para la economía, expertos repararon ante el estancamiento del crecimiento e instaron a no conformarse con las cifras.
La revista británica analizó indicadores enonómicos como la inflación y el Producto Interno Bruto (PIB), destacando a nuestro país en el séptimo lugar de mejores desempeños globales superando a países de la OCDE como España, Portugal y Polonia.
El ajuste fue más profundo al esperado según la Encuesta de Operaciones Financieros (EOF) de noviembre, en la cual los expertos proyectaban un recorte de 50 puntos base considerando el sorpresivamente alto IPC de noviembre (0,7%).
Ayer lunes el Grupo de Política Monetaria recomendó una baja de 75 puntos base, que dejaría la tasa de interés en un 8,25%. Esto, atendiendo a las señales de la Reserva Federal de Estados Unidos, que anunció para 2024 un ciclo de bajas.
El mercado estimaba que sería el último Imacec negativo del año. El resultado se explicó por el crecimiento de la minería y el resto de bienes, compensado por las caídas de los servicios, el comercio y la industria.
Esta norma, que incluso contó con la abstención de republicanos, fue duramente criticada por el contralor Bermúdez. Por otra parte, en el hemiciclo se aprobó la supresión de un inciso que exigía al Banco Central considerar “la actividad y el empleo”.
La variación anual del Imacec fue explicada por la caída de los servicios, compensada en parte por la producción de bienes. En tanto, el resultado negativo del Imacec desestacionalizado estuvo determinado por el desempeño de los servicios.
Se trata de la segunda baja consecutiva adoptada por el instituto emisor que destacó que “en términos generales, la actividad y la demanda evolucionan acorde a lo esperado”.
Con esto la TPM se situaría en un 9,5%. Durante esta jornada el Banco Central se reunirá para definir qué ocurrirá con este guarismo.