Apocalíptica sentencia conque el presidente bielorruso se refirió al levantamiento protagonizado el sábado por el jefe del ejército mercenario, Yevgeni Prigozhin. De paso, confirmó que éste ya se encuentra en su país en condición de exiliado.
“Dios no quiera que yo tenga que tomar la decisión de utilizar estas armas. Pero no tendré duda alguna en hacerlo si nos atacan”, afirmó el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko. La espada de Damocles nuclear vuelve a pender sobre el mundo.
Según el Ministerio de Defensa en Minsk, sus Fuerzas Armadas actúan dentro del plan de entrenamiento para soldados recientemente reclutados. El mandatario bielorruso Alexandr Lukashenko ha reiterado que no entrarán en conflicto ruso-ucraniano.
“He advertido que seremos empujados a esta operación militar, a esta guerra”, advirtió el mandatario bielorruso, denunciando que desde Ucrania se han disparado misiles sobre su territorio. Por otra parte, este martes se efectuó la quinta ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev por videoconferencia y no presencialmente en Bielorrusia, como sucedió con ocasión de las tres primeras citas. Por su parte, el gobierno ruso informó que ha impuesto a partir de este martes 15 de marzo sanciones recíprocas al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a su Secretario de Estado, Anthony Blinken y al Primer Ministro de Canada, Justin Trudeau, quienes desde ahora tienen prohibido ingresar a su territorio.
Las delegaciones de Rusia y Ucrania se reúnen este jueves en Bielorrusia para celebrar una segunda ronda de conversaciones, después de que un asesor presidencial ucraniano confirmara que sus representantes estaban de camino y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, asegurara que “las conversaciones tendrán lugar”, sólo horas después de la caída de Jersón en manos del ejército de Vladimir Putin.
Volodimir Zelenesky indicó que se deben iniciar las conversaciones mientras la parte rusa esté dispuesta a las conversaciones. El jefe de Estado llamó a los países occidentales a dar garantías de seguridad para su país si no quieren el ingreso de Kiev a la OTAN como reclama Rusia.
Delegaciones de los gobiernos rusos y ucranianos se encuentran reunidos en la región bielorrusa de Gómel con la misión de buscar un entendimiento que permita el alto al fuego.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, señaló que, antes de que se alcanzara el acuerdo, el presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, mantuvo una conversación telefónica con su par de Ucrania.
Volodymyr Zelensky, el presidente de Ucrania, calificó este jueves de forma de “presión psicológica” la concentración de soldados rusos en las fronteras de su país, el día del lanzamiento de las maniobras militares de Rusia y Bielorrusia.
Kasim-Yomart Tokáev comentó que las movilizaciones de los últimos días fueron orquestadas bajo “un solo plan destructivo” con el objetivo de destituir su administración. En una reunión de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, el presidente ruso, Vladimir Putin indicó que “no permitiremos que se desestabilice la situación en nuestros países”.
Varsovia dijo que comenzará la construcción de un muro duradero en su frontera con Bielorrusia a finales de este año. El anuncio lo hizo el lunes el gobierno polaco en un momento en el que aumenta la tensión en la frontera bielorrusa y la Unión Europea prepara nuevas sanciones contra Minsk.
Si para los migrantes latinoamericanos Estados Unidos es la quimera perseguida, para los africanos lo es Europa. El drama de las travesías, por tierra en el primer caso, y por mar, en el segundo, implica riesgos muchas veces mortales. Pero la agobiante pobreza, la violencia político-militar o las guerras de la droga en sus países de origen son un acicate aún más fuerte que ser reprimidos, encarcelados, deportados o morir ahogados lejos de lo suyo y de los suyos. Sólo desde enero de este año, 920 personas han perdido la vida en aguas del Mediterráneo.
Los partidarios de la oposición, cuyas protestas han convulsionado el país durante una semana, pretenden realizar una gran marcha en la capital.
Los dirigentes de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia alcanzaron un ‘acuerdo sobre lo esencial’, sobre todo un alto el fuego a partir del 15 de febrero y la retirada de armas pesadas, anunció este 12 de febrero el presidente Putin. Merkel dijo sin embargo que no se hacía ilusiones sobre el acuerdo.