Este sábado la Presidenta Bachelet llegó en su gira por Asia hasta la China de Xi Jinping y firmó junto al mandatario un acuerdo que, según afirmaron, profundizará el Tratado de Libre Comercio firmado por los dos países en 2005.
Son varias medidas las que están consideradas dentro de las conversaciones formales. Según informó Radio Bío Bío, se estableció la rebaja de entrada de 30 productos chilenos del sector forestal, convenio que durará tres años. Allí se encuentran productos como marcos, paletas y barriles confeccionados con pino radiata, árbol altamente explotado en suelo nacional por parte de los grandes empresarios madereros.
A cambio de aquello, China contará con libre acceso a Chile para 24 ítems arancelarios, entre los que se cuentan azúcares como glucosa y fructosa, y tejidos como lana, ropa de algodón y fibras sintéticas. Los otros puntos tienen que ver con comercio electrónico, procedimientos aduaneros y otros.
Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) y miembro de la organización Chile Mejor sin TLC, criticó este acuerdo y dijo que en general desde el Ejecutivo no se evalúan en profundidad los impactos que los tratados han tenido para Chile desde el punto de vista del empleo, de los territorios y ambiental.
“Seguir en este camino de hacer modificaciones o firmar nuevos tratados, sin que la ciudadanía conozca estos impactos, y los que vienen a futuro, y qué es lo que está hipotecando Chile al sumarse a este tipo de tratados, me parece una irresponsabilidad política de parte del Gobierno. Además, hacerlo cuando ya prácticamente está terminando el Gobierno. Del punto de vista democrático, es una situación que debería ser repudiada por la ciudadanía”, declaró.
Estos acuerdos son mecanismos que entregan garantías a los inversionistas, según Cuenca, y estas suertes de garantías disminuirían el poder de autodeterminación con el que cuenta Chile ante la facilidad para entrar por parte de los países extranjeros.
“Cede soberanía frente a otras potencias económicas. Eso debilita el ejercicio democrático al interior de nuestros países porque vamos estableciendo trabas o comprometiendo ante otras economías mucho más poderosas, posibles mejoramientos democráticos y sociales al interior de nuestra sociedad que en un futuro van a ser atentados contra los intereses de esas empresas que provienen de esos países. Hay que mirar con mayor profundidad lo que está pasando”, afirmó.
Es por eso que, según el director de OLCA, desde algunas organizaciones están llamando a hacer una moratoria de los tratados ya existentes y de los que se están firmando.
