El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, amenazó este viernes con “cambiar la historia” y “movilizar todas las superpotencias que tenga a su alcance” para “acabar” con Corea del Sur en caso de que “los enemigos” hagan uso de la fuerza y ataquen el país asiático.
El mandatario recalcó que el Ejército debe “volverse más poderoso y utilizar las herramientas a su alcance para evitar una guerra y proteger la paz de forma incondicional“. En este sentido, aclaró que la paz, precisamente, “no es algo que se pueda rogar o intercambiar mediante negociaciones”.
“Ahora mismo frente a nuestra frontera hay unos mutantes locos por la guerra que amenazan la seguridad de nuestra nación”, sostuvo Jong antes de matizar que “las guerras no vienen con preaviso”. “Siempre hay que mantener la guardia alta”, afirmó, según informaciones de la agencia norcoreana de noticias KCNA.
Así, expresó que el país cuenta con una “dignidad que debe ser protegida” y unos ideales que “deben ser alcanzados a cualquier costo”. “La gente de este país cree que no importa cuán severa sea la situación, (…) se sentirán seguros siempre y cuando las Fuerzas Armadas estén de su lado”, añadió.
Kim Jong recordó que Pyongyang considera a Seúl una “marioneta”, la nación “más hostil” y el principal “enemigo”, que solo busca “ocupar y destruir su territorio. El presidente surcoreano, Yoom Suk Yeol, alertó la semana pasada que el Gobierno “irracional” de Corea del Norte busca “provocaciones”, como ciberataques o intrusiones con drones, de cara a las elecciones locales del próximo mes de abril.
El líder norcoreano ya calificó en enero de “hostiles” las relaciones entre los dos países y afirmó que “no tiene sentido buscar la reconciliación o unificación” del territorio. Desde entonces, Pyongyang ha intensificado sus ensayos balísticos.