Si Ricardo Gareca ya había quedado en la cuerda floja tras la agónica derrota de la Selección chilena ante Brasil en Santiago, la humillante goleada por 4-0 sufrida contra Colombia en Barranquilla, que mantuvo a la Roja en el último lugar de la tabla de las Clasificatorias para el Mundial 2026, dejó al técnico argentino pendiendo de un hilo en la banca.

De hecho, ya se habla de una eventual salida y el propio “Tigre” puso en duda su continuidad en la conferencia de prensa tras la paliza ante los cafetaleros.

Según dio a conocer El Mercurio, el estratego trasandino todavía no ha hablado con el presidente de la ANFP, Pablo Milad.

“Gareca quiere conversar sobre su salida, porque, como dijo en conferencia, tiene al 90% del país en contra. No sabe si tiene la fuerza para seguir”, aseguraron desde Quilín al citado medio.

Por lo mismo, se espera entre este jueves y viernes una charla entre el DT y el ente rector del balompié nacional, donde el adiestrador entregue explicaciones por el desempeño del equipo y la chance de “un pacto de caballeros”.

Sin embargo, el gran problema para despedir al entrenador es el tema económico, pues costaría una indemnización de casi 2 millones y medio de dólares.

El citado medio añadió que la chance de que el “Tigre” renuncie a un importante porcentaje de esta indemnización parece “algo muy poco factible”, por lo que la opción para liberarse del pago sería que Chile se quede sin opciones matemáticas de clasificar al Mundial.

Otro factor es que en 20 días más debe salir una nueva nómina para los duelos de noviembre ante Perú y Venezuela, por lo que sería “inviable” que un técnico diferente a Gareca se siente en el banco en esos cotejos.