En Uruguay, este reciente fin de semana se llevó a cabo la segunda vuelta presidencial, que definió el regreso del Frente Amplio al poder. El candidato Yamandú Orsi se impuso en los comicios con un 49% sobre el candidato oficialista Álvaro Delgado.

En diálogo con la primera edición de Radioanálisis, el doctor en Ciencia Política, David Altman, partió analizando la figura de Orsi como el llamado “heredero” del expresidente ‘Pepe’ Mujica. “Es de los primeros presidentes no montevideanos que hay en Uruguay en los últimos 70 años. Esto ya marca una diferencia con todos los antecesores”, dijo.

“Él viene del mundo más del campo, cuando era chico su padre tuvo un problema de salud, se fueron a la ciudad y abrieron un almacén. Él ayudo muchísimos años en el almacén, después siguiendo los estudios logró graduarse como profesor”, expuso el director del Centro Regional del proyecto Variedades de Democracia para América Latina.

Respecto de sus características personales, Altman resaltó que Orsi es una persona “honesta, cercana y muy sensible”. “En ese sentido también es un poco el delfín de ‘Pepe’ Mujica, no solamente de forma política, también en el perfil de individuo que cultiva”, explicó.

Por otro lado, el académico de la Pontificia Universidad Católica abordó el proyecto político actual del Frente Amplio uruguayo. “Hoy es una coalición heterogénea, donde Yamandú Orsi representaría los sectores más moderados, la centro izquierda. Pero también tiene que darle cobijo a todos los sectores del partido”, comentó.

“No hay mayores diferencias con la coalición gobernante de hoy (centro derecha) en cuanto a cambios radicales en el Uruguay. Es una cuestión de sensibilidades y matices. El Frente Amplio tiene una postura más proteccionista que libremercadista, un poco más Mercosur que el Globo, más progresista en temas postmateriales como aborto y eutanasia”, apuntó.

Sobre el escenario legislativo que deberá afrontar Orsi, Altman afirmó que “no va a ser nada fácil”. “Por primera vez en muchísimo tiempo, Uruguay va a tener un gobierno dividido. Donde el presidente va a gozar de mayorías en la Cámara de Senadores pero no en la Cámara de Diputados. Esto va a ser necesariamente un gobierno de negociación, de tratar de aunar fuerzas”, adelantó.