Pese a que lo había evaluado como una vía posible, en caso de que La Haya no recogiera su demanda, el presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que aspira que el Papa Francisco sea mediador, pero en este contexto, participando del diferendo marítimo que mantiene contra Chile en el Tribunal Internacional desde 2013.
Lejos del optimismo del mandatario boliviano, los escenarios para Chile son más complejos. Mucho se ha hablado en estos días de la posibilidad de abandonar el juicio, amparándose en el artículo 53 del estatuto de la Corte, que faculta a los países a dejar un proceso si se considera que la demanda carece de fundamentos o no tiene una base jurídica sólida. Sin embargo, especialistas desaconsejan la opción ante la negativa señal política que daría el país.
Otro tema que se ha puesto sobre la mesa es abandonar el Pacto de Bogotá, que habilita al Tribunal Internacional. Sin embargo, el propio agente chileno, Felipe Bulnes, ha sido crítico de esta alternativa.
“Retirarnos del Pacto de Bogotá no tienen ninguna incidencia en el actual juicio, porque si Chile se retira del Pacto de Bogotá no implica que el juicio deje de tramitarse (así está previsto en el propio Pacto). No se afectan los juicios en curso, ni siquiera impide que el país pueda ser demandado hasta un año después de producido el retiro. Por lo tanto hay que tener claro que esa opción del retiro no afecta al juicio con Bolivia”, sostuvo.
Así Chile deberá revisar y modificar sus argumentos para enfrentar un proceso que durará al menos tres años, considerando la presentación obligatoria de la contramemoria de parte de Chile, como respuesta a la memoria entregada por Bolivia en 2014, y la más que segura posibilidad de que presenten réplica y dúplica, opción que les permite rebatir los argumentos de la contraparte.
De hecho, la Corte ya determinó la fecha en la cual Chile deberá hacer entrega de la contramemoria, la que quedó fijada para el próximo 25 de julio de 2016.
Al final del proceso el Tribunal podría conceder la victoria a Chile, con lo que se pondría fin a esta arremetida específica de La Paz, o podría verse obligado a negociar “de buena fe” con Bolivia. En esa línea, el analista del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, planteó algunas alternativas.
“Uno será la cesión, la simple cesión de espacio marítimo, pero yo me temo que, según las encuestas, la mayor parte de la gente en Chile no lo desea y pienso que el Gobierno que lo haga va a pagar un altísimo costo político. Pero hay otras opciones. Está el canje territorial, donde se puede ceder y también recibir algo, y hay otra cosa que se llama ‘enclave’. Hay países que tienen enclaves territoriales, como Rusia sobre Kaliningrado en el Báltico, donde no hay continuidad entre ese enclave y la porción rusa de territorio”, afirmó.
Aranda reiteró que la posibilidad de “negociar forzados” podría haberse evitado si se combatía a tiempo la inflexibilidad de nuestra política internacional para hacer frente a los diálogos regionales.
En ese sentido, el cientista político de la Universidad Arturo Prat, Máximo Quitral, afirmó que la Cancillería local debe dar un giro.
“¿Cuáles son las propuestas? Primero profesionalizar cancillería y segundo acabar de una vez por todas con la lógica jurídica, porque judicializar la política exterior le ha hecho muy mal a Chile”, afirmó.
Quitral añadió que se deben construir lazos políticos, identificarse con la región, porque si seguimos así vamos a seguir aislados como lo hemos estado hasta ahora y eso implica una política de Estado dialogada en materia internacional, por sobre una de gobierno.
Los analistas coincidieron en que se debe terminar con la distancia que ha mantenido Chile hacia sus vecinos, con quienes se relaciona exclusivamente en términos políticos y comenzar a abordar temas políticos, sociológicos, culturales, históricos y de vínculos comunes.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores, Herlado Muñoz, cerró la puerta a una posibilidad de generar un diálogo bilateral paralelo a la demanda marítima en La Haya: “¿Por qué vamos a negociar bilateralmente? Ellos eligieron ir a La Haya, (y) ahora quedaron con un caso recortado”, dijo el Canciller quien se encuentra en Nueva York junto a la Presidenta Bachelet, lugar en donde se llevó a cabo la 70 Asamblea General de la ONU, y aprovecharon de descartar una posible reunión entre la Mandataria y el Presidente Morales.
Por otra parte, un grupo de diputados oficialistas, liderados por el DC Gabriel Silber realizaron una presentación a la Cancillería chilena con el fin de relevar de sus funciones como líder del equipo jurídico nacional del agente Felipe Bulnes, argumentando que el ex ministro del gobierno de Piñera no le dedica exclusividad a su trabajo.