Las reacciones del mundo parlamentario al discurso del presidente Gabriel Boric sobre el tercer aniversario del 18 de octubre no tardaron en manifestarse. Mientras en el oficialismo valoraron el tono del mandatario y su postura conciliadora entre la condena a las violaciones de derechos humanos y el respaldo a Carabineros, en la oposición acusaron ambigüedad por parte del jefe de Estado en el apoyo a la labor que realiza la institución uniformada.
El presidente de la UDI, Javier Macaya, afirmó que el país retrocedió estos últimos tres años en la valorización a Carabineros. “Me llama mucho la atención que el Presidente de la República hoy día en una actitud más bien de comentarista transmita respecto de Carabineros más que el perdón que se le debe a esa institución por tuits, por declaraciones antiguas que se han dado, transmite que es importante encontrar reparación a las violaciones a los derechos fundamentales de las personas que en enfrentamiento con Carabineros sufrieron heridas y me parece que no es entender la gravedad de lo que ocurrió en los últimos tres años en Chile”, sostuvo.
Junto a ello consideró que una sociedad que busque la paz “necesita una institución de Carabineros empoderada, no necesitan tener a Carabineros perseguidos permanentemente por el Ministerio Público buscando hechos que los inculpen de situaciones de violaciones a los derechos humanos”, señaló, apelando a relevar “el rol que tiene Carabineros como primera defensa de la democracia”.
En esa línea, y a propósito de la conmemoración del estallido social, Renovación Nacional presentó el proyecto “Sargento Retamal” -en homenaje al funcionario que falleció tras ser golpeado con un elemento contundente en la fiscalización a una carrera clandestina en San Antonio- que busca establecer una sanción penal más drástica ante delitos cometidos en contra de Carabineros, detectives y funcionarios de Gendarmería, disponiendo mayores herramientas para su labor. Para ello es que entre las medidas propuestas plantean modificar la Ley Orgánica de Carabineros y la de la Policía de Investigaciones facultándolos para el uso de armamento automático, de repetición y aparatos de corriente inmovilizadores con el objeto de ser empleados para repeler ataques contra sí o contra civiles.
En el marco de la presentación, el jefe de bancada de diputados RN, Andrés Longton abordó el discurso del mandatario y consideró necesario que “hoy demos señales claras, de manera transversal, de que todas las víctimas tienen que ser protegidas y la violencia condenada en todos su aspectos y no relativizadas. Hoy vivimos la relativización o el romanticismo de algunos”.
A su vez, el diputado Jose Miguel Castro (RN) consideró grave que el mandatario acusara a efectivos de Carabineros por abusos sexuales y homicidios. “Acabo de enviar un oficio a Presidencia para que el Presidente Boric explique a qué se refiere con los abusos sexuales que podría haber cometido Carabineros y las otras fuerzas de orden y seguridad, y las muertes que se habrían generado. Hasta donde yo sé no existe ninguna condena por muertes”, señaló, dando cuenta del documento suscrito por 13 parlamentarios de la colectividad.
Por su parte, el senador de la Democracia Cristiana, Matías Walker crítico al jefe de Estado en su respaldo a Carabineros. “Fue un apoyo débil. Debió ser mucho más explícito”, consideró. “Los chilenos nos entregaron un mensaje el 4 de septiembre, quieren cambios la gente, mejores pensiones, mejor salud pero con paz social, con estabilidad y sin delincuencia y por eso me parece tan importante hoy día, quiero reiterarlo, nuestro total apoyo a Carabineros de Chile para que puedan resguardar el orden público y la seguridad de todos los chilenos, bienes públicos y privados”, afirmó.
Desde la vereda del oficialismo, el diputado socialista Jaime Naranjo elogió el mensaje del Presidente. “Yo considero que las palabras del Presidente de la República fueron muy valientes, en qué sentido, primero en reconocer que hubo excesos y graves violaciones a los derechos humanos por parte de los agentes del Estado, principalmente de Carabineros y por otro lado al señalar que una cosa muy distinta es condenar esos excesos y esas violaciones a los derechos humanos y otra apoyar y respaldar a Carabineros en la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia que hoy día aflora por todos los lugares del país”.
“Son dos cosas que van por carriles distintos y por tanto, condenar siempre los excesos y las violaciones a los derechos humanos pero también señalar a las fuerzas de orden, especialmente a Carabineros y la Policía de Investigaciones que cuentan con todo el apoyo y todo el respaldo para dar la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia que opera en el país”, añadió.
Su correligionario, el senador Gastón Saavedra, evaluó positivamente el tono empleado por el Presidente y rescató el “recuerdo a las personas que protestaron por demandas justas y que fueron mutiladas”.
“Hay que hacer una diferencia entre quienes protestaron justamente contra los abusos y quienes se aprovecharon de esto para delinquir”, señaló, advirtiendo que “hoy vemos que hay un problema de seguridad en todo el país y por eso es necesario que todos nos pongamos detrás de Carabineros para combatir las bandas delictuales en la macro zona sur y el narcotráfico de las ciudades”.
“Al mismo tiempo es necesario continuar en un diálogo democrático de todas las fuerzas políticas para tener de una vez por todas una nueva carta fundamental”, agregó.
En tanto, la diputada independiente Mercedes Bulnes respaldó consideró que el jefe de Estado “fue sólido y examinó exactamente cuál es la situación que se produjo el estallido social y lo que estamos viviendo hoy día”.
“El estallido social, tuvo un enorme valor porque hizo surgir las voces de dos grupos extraordinariamente olvidados en nuestro país: las mujeres y los jóvenes. Es este movimiento el que permitió que la voz de las mujeres y la voz de los jóvenes se oyera fuerte y claro”, destacó.
La parlamentaria sostuvo que “el que tengamos en este momento el Presidente más joven en la historia de la República, es el fruto de los movimientos sociales que iniciaron el 18 de octubre y que tuvieron su mayor fuerza el 25 de octubre, cuando casi 4 millones de personas salieron a la calle a lo largo del país. Eso es algo que cambió y fue el punto de inflexión en la historia de Chile”.
“Mea culpa institucional”
En un punto de prensa convocado en el Congreso Nacional, parlamentarios Convergencia Social encabezados por el diputado Gonzalo Winter instaron a una reflexión del estallido social con foco en la percepción de injusticia que viabilizó el 18 de octubre y que se alimentó por condiciones materiales que aun no se han subsanado.
“Seguimos contando con un sistema de pensiones en donde algunos lucran hasta con la forma de morir de unos pocos. Vivimos en un país, en donde las personas, viajan horas para llegar a sus trabajos, para trabajar por otras personas. Vivimos en un país, donde en la época de mayor ganancia del gremio inmobiliario, coincide con la época de mayor de mayor incapacidad de obtener una vivienda para la mayoría de los chilenos y chilenas. Vivimos en un país, donde en la ciudad de Santiago, en la capital, la persona que nace en Pudahuel tiene una expectativa de vida de 18 años menos que una persona que nace en las Condes. Y nada de eso se ha solucionado”, advirtió Winter.
En ese sentido realizó un “mea culpa institucional” considerando que “el 18 de octubre también fracasó el Congreso Nacional, porque no fue capaz de proveerle a la ciudadanía un mecanismo de resolución de esos conflictos que fuera distinto al de la violencia”.
Así todo, el diputado relevó los aspectos positivos del estallido social. “Hubo una politización del pueblo de Chile, una vuelta a conversar, organización popular y camino ciudadano. Nosotros creemos que, independiente a que haya triunfado el rechazo, eso fue positivo, porque había un país que había perdido la práctica de conversar, sobre lo propio, sobre lo común”, aseveró.