Tras el triunfo del Rechazo a la nueva constitución por un amplio margen el pasado domingo, en la oposición avizoraron un complejo panorama para el Gobierno en materia legislativa.

Y es que parte de los coletazos que dejó el evento plebiscitario se ha traducido en condicionamientos por parte de los dirigentes de Chile Vamos, quienes, además, pusieron en duda el avance de las reformas estructurales planteadas en el programa del Presidente Gabriel Boric.

Así, por ejemplo, el senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, afirmó en conversación con T13 Radio que, tras la reunión sostenida ayer en La Moneda, “el éxito de las reformas o el fracaso de las mismas está asociado a tener capacidad de flexibilizar y negociar porque no vamos a tener una tercera oportunidad en el tema constituyente”, agregando que “si se mantienen como están, por lo menos la idea presentada en el Congreso o en el programa de gobierno, no van a contar definitivamente con los votos de la oposición”.

Al respecto, el diputado comunista e integrante de la comisión de Trabajo, Luis Cuello -cuya instancia espera el ingreso de la reforma previsional- cuestionó esta postura, señalando que “la derecha antes del resultado del plebiscito comprometió una voluntad para avanzar en un proceso constituyente, incluso, llegaron a comprometer contenidos respecto de una futura constitución”.

“Desde ese punto de vista, los cuestionamientos que han surgido al avance de las reformas en materia tributaria, previsional, y esta exigencia de morigerar las reformas, creo que nos muestran que acá la derecha no ha dejado nunca de estar en comunidad de intereses con los grandes grupos económicos, de otra forma no se explica que hoy día estén planteando limitaciones a la reforma tributaria o a la reforma previsional, porque sin dudas son necesarias para la gente, pero también obviamente afectan los intereses de las grandes grupos empresariales que se han enriquecido todas estas décadas”, dijo.

Precisamente, a estos condicionamientos se le sumaron efectos prácticos, toda vez que la oposición congeló su participación en la mesa técnica para la reforma tributaria en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. Una decisión que fue calificada como “repentina” por parte de la cartera de las finanzas públicas, según La Tercera.

El diputado socialista y presidente de esta comisión, Jaime Naranjo, consideró que “la derecha está haciendo una lectura equivocada del resultado del plebiscito. Una cosa es la propuesta constitucional y otra cosa muy distinta son las reformas legislativas que está impulsado el Gobierno, ya sea en materia de salud, previsional o en materia tributaria”.

En ese sentido, planteó que “si ellos que creen que el voto Rechazo significa paralizar o congelar las iniciativas legislativas del gobierno, se están equivocando rotundamente”.

El parlamentario afirmó que los proyectos “van a seguir su curso normal, a no ser que ellos pretendan generar un nuevo estallido social, producto de que no avanzamos en estas cuestiones que son tan relevantes e importantes para la gente”.

En el Senado, su correligionario y miembro de la comisión de Salud, Juan Luis Castro, criticó los dichos del presidente de la instancia y líder de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, quien anticipó que la reforma de Salud no contaría con los votos en el Congreso.

“Es un error negar que Chile requiere un cambio en la salud, sobre todo la pública, de manera drástica y profunda, sería amputar una necesidad social. Por lo tanto, creo que él (Chahuán) se adelanta y se precipita a negar una realidad que tiene que ser abordada y que, por lo demás, el Presidente Boric la tiene contemplada en su programa y que va a ser enviada al Congreso a fin de año, o sea, yo prefiero que la gente discuta y podrá decir si está a favor o en contra, pero no clausurar la posibilidad que está latente y que por eso el Presidente se la ha jugado por hacer un cambio en el sistema de salud chileno. Así que le pondría paños fríos a esto por el lado de la derecha”, manifestó Castro.

El parlamentario instó a la oposición a que “no saquen cuentas alegres antes de tiempo. Una cosa es el plebiscito, que marcó un antes y un después respecto a la constitución, y otra cosa es el programa de gobierno. El programa de gobierno traspasa el plebiscito, así se dijo siempre y, por lo tanto, las cosas van a tener que ir por un rumbo que no va a ser a la pinta de la derecha ni tampoco a la pinta exclusiva de lo que era el Gobierno hasta antes del plebiscito. Va a haber acuerdo, tiene que haber diálogo y ahí es donde tenemos que encontrarnos todos”.

Por su parte, la recientemente asumida ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, reforzó el compromiso del Ejecutivo con llevar adelante la agenda legislativa, señalando que respecto de las reformas “van a seguir su curso, van a tener un diálogo democrático y tienen que cumplir con el estándar de beneficiar la vida de todos los chilenos”.