Este viernes, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Sergio Micco, visitó las comunas de la región de Tarapacá que son el escenario de la crisis migratoria que se vive en el país.

En su visita, Micco conversó tanto con el alcalde de Colchane, Javier García, como con el intendente de la región, Miguel Ángel Quezada, y el gobernador de la provincia de Tamarugal, Natan Olivos.

Posteriormente, en declaraciones a la prensa para entregar el balance de las observaciones recogidas durante la jornada, Micco fue enfático en recalcar que este “no es un problema de Colchane, es de todos los chilenos”. 

“Se está viviendo un drama de migrantes y de una comunidad aimara que vive allí, y que son víctimas de una situación de la cual no tienen ninguna responsabilidad. Aquí hay naciones latinoamericanas que han tenido conflictos políticos, crisis sociales, crisis de orden público que han producido el desplazamiento de cientos de miles de personas, desplazamientos forzados”, agregó Micco.

No obstante, aseguró que el Estado tiene la obligación de garantizar los derechos humanos de las personas migrantes, por lo que rechazó que en medio del debate se hayan manifestado algunas posturas a favor de dar más atribuciones a las policías en el control de las fronteras.

“Que no se crea que esto es principalmente un problema de control de fronteras, porque el flujo migratorio va a seguir. En Europa, en Estados Unidos, los grandes muros, las grandes zanjas han fracasado. En una nueva legislación y políticas públicas, lo que pedimos es una mirada de largo plazo”, señaló.

Respecto de las acciones inmediatas que se deberían tomar en la zona, el abogado dijo comprender las limitaciones de la municipalidad de Colchane, sin embargo instó a realizar un mayor esfuerzo del Estado a nivel local principalmente para garantizar el acceso a techo y alimentación. “Acá se requiere una política intersectorial, a nivel local, regional y nacional”, sentenció.