El presidente electo estadounidense, Donald Trump, trató este domingo de enviar un mensaje tranquilizador a Estados Unidos, en su primera entrevista tras las elecciones. Pero repitió que no cambiará de posición en temas como la mano dura contra inmigrantes ilegales.
Estados Unidos se prepara para su elección presidencial. El último de los debates entre los candidatos estuvo marcado por las amenazas del magnate republicano que, incluso, deslizó no reconocer el triunfo del Partido Demócrata.
El establishment republicano trata de rescatar la atención del público a medida que la ira y la irreverencia de Trump seduce a más votantes.
Donald John Trump es un bribón de los negocios, un ladino que se presenta como un empresario dotado de consumado olfatillo comercial, pero que no duda en utilizar las quiebras como un trampolín para iniciar nuevos negocios. Ha reconocido abiertamente que las leyes de bancarrota estadounidenses le han servido como una herramienta de negocios, ya que reestructura sus deudas y sigue creciendo. Es el pícaro, el que se salta las leyes si eso implica “avanzar, desarrollarse y conseguir sus objetivos”
Resulta a todas luces evidente, que sin terminar con el Bloqueo a Cuba, que ha significado una pérdida para la economía de la isla signada en 120 mil millones de dólares, no puede haber relaciones diplomáticas ¿para qué? Para abrir un par de embajadas, manteniendo la esencia de una relación basada en la imposición de un país sobre otro y la negación de derechos para millones de cubanos? Es la interrogante que se hacen analistas y articulistas que viendo lo positivo del restablecer relaciones diplomáticas afirman que resulta insuficiente.
El presidente Barack Obama llamó a los republicanos a “parar esta farsa” y acudir a votar a la Cámara para poner fin al bloqueo presupuestario, que mantiene cerrados algunos servicios de la administración pública y sin trabajo a unos 800 mil funcionarios. Los afectados organizaron una multitudinaria protesta este viernes, presionando un acuerdo que permita aumentar el tope legal de endeudamiento del país.